La propuesta de la Cepal también ofrece consideraciones acerca de mejoras en los regímenes fiscales
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) recalcó este jueves la importancia de generar una agenda regional común de desarrollo productivo en torno al litio para promover su extracción en beneficio de las actividades económicas relacionadas al mineral, según un nuevo informe especial del organismo dado a conocer hoy.
“Esto exige políticas y normas que favorezcan la creación de bienes públicos, el desarrollo de capacidades e infraestructuras blandas y duras, y la movilización y el direccionamiento de los recursos necesarios”, resalta el informe titulado “Extracción e industrialización del litio. Oportunidades y desafíos para América Latina y el Caribe” y presentado por el secretario ejecutivo del organismo, José Manuel Salazar-Xirinachs.
La Cepal, que examina el papel de los principales países productores de litio de la región (el llamado “triángulo del litio” formado por Argentina, Bolivia y Chile) además de Brasil, concluye con lineamientos de políticas públicas que pueden contribuir a una agenda de desarrollo productivo en torno al litio, así como la industrialización de este y otros minerales en tecnologías limpias para la transición energética y la electromovilidad.
En la región, el recurso es considerado estratégico en Argentina, Bolivia, Chile y México, por el potencial que tiene para promover el desarrollo socioeconómico, la agregación de valor y los encadenamientos productivos que contribuyan a un proceso de cambio estructural de las economías
En 2021, Argentina representó el 9,8 % de la producción mundial, Brasil el 0,4 % y Chile el 41 %. Ese mismo año, los cuatro mayores productores de litio a nivel mundial (Australia, Chile, China y Argentina, en orden de importancia) concentraron más del 96 % de la producción global.
El estudio alerta que si bien la región tiene “una participación importante en la primera etapa de la cadena de valor” de las baterías de litio (extracción / procesamiento), en las etapas de producción de precursores, cátodos/ánodos, celdas y baterías, son China, Japón, República de Corea, Estados Unidos y Europa quienes lideran.
“Las posibilidades más inmediatas para la región son las que se originan en las actividades de extracción y refinamiento del litio: crecimiento de las exportaciones, generación de empleo, incremento de la recaudación fiscal y creación de eslabonamientos productivos aguas arriba (es decir, los que se refieren a los insumos y equipos que se necesitan para la exploración y explotación del litio)”, advierte la Cepal.
Para el organismo, una mayor participación de Latinoamérica en los segmentos aguas abajo (es decir, en los procesos productivos que usan o consumen el litio como insumo) de producción de celdas y baterías de ion litio “estaría estrechamente vinculada al desarrollo de una industria de vehículos eléctricos de gran escala en la región, y requeriría de financiamiento elevado, acceso a otros minerales considerados críticos, y competencias humanas y tecnológicas”.
DESAFÍOS SOCIOAMBIENTALES
La Cepal también recuerda que la extracción de litio tiene desafíos de naturaleza socioambiental, derivados principalmente del consumo de agua en los procesos extractivos en zonas que enfrentan alto estrés hídrico, el impacto sobre la biodiversidad y las actividades económicas tradicionales de grupos sociales que habitan los salares (desde donde se extrae mayoritariamente el recurso).
“Para eso, la industria del litio requerirá de regulaciones y estándares más estrictos que aseguren la sostenibilidad de la actividad”, puntualiza el informe.
El documento formula un conjunto de orientaciones para mejorar el potencial de la región y aprovechar las oportunidades que ofrece el litio enfocadas a asegurar que la normativa y los estándares incluyan “las mayores exigencias de la sociedad, una adecuada gestión de los conflictos socioambientales y mayor transparencia y participación ciudadana”.
Finalmente, la propuesta de la Cepal también ofrece consideraciones acerca de mejoras en los regímenes fiscales “para asegurar mayor recaudación, progresividad, eficiencia y equidad” en la tributación “en consonancia con la competitividad y una mayor transparencia”.