Desde hace años, los cristianos conservadores han utilizado el principio de la libertad religiosa para obtener resultados positivos en batallas legales relacionadas con temas como la obligación de los seguros de cubrir los costos de métodos anticonceptivos y las restricciones por la pandemia.
Ahora, los partidarios del derecho al aborto han decidido aplicar ese argumento para oponerse a uno de los más preciados logros de la derecha: las prohibiciones estatales al aborto.
En el año transcurrido desde la anulación del caso Roe contra Wade, el clero y miembros de distintas religiones, incluso de denominaciones cristianas y judías, han promovido alrededor de 15 juicios en ocho estados en los que argumentan que las restricciones y la prohibición del aborto invaden sus creencias.
Muchas de las personas que han interpuesto las demandas afirman que, según sus creencias religiosas, el aborto debería permitirse por lo menos en algunas circunstancias que las prohibiciones impiden, por lo que esas normas constituyen una violación a las garantías de libertad religiosa y la separación de Iglesia y Estado. Las acciones legales (algunas de ellas tienen por objeto pedir excepciones y otras, eliminar las prohibiciones), en general, hacen alusión a legislación sobre la restauración de la libertad religiosa que los conservadores promulgaron y han empleado en algunas batallas relativas a temas sociales.
Las demandas muestran que la “libertad religiosa no opera en una dirección”, señaló Elizabeth Sepper, profesora de Derecho en la Universidad de Texas, campus Austin.
Aaron Kemper, abogado que representa a tres mujeres judías cuya demanda busca eliminar la prohibición del aborto en Kentucky, explicó que estudió y emuló casos de libertad religiosa federales y estatales que ganaron los conservadores.
Nuestro razonamiento fue que, si ya funcionó para ellos, deberíamos utilizar secciones de esos casos”, afirmó.
Aunque la mayoría de las acciones no han culminado todavía con una resolución judicial, hay señales de que los argumentos quizá tengan méritos legales. En Indiana, una jueza emitió una orden preliminar con el propósito de bloquear la prohibición al aborto en el estado, pues viola la Ley de Restauración de la Libertad Religiosa adoptada en el estado en 2015 durante el mandato del gobernador Mike Pence, quien en esa época era un apasionado opositor al aborto y ahora participa en la contienda presidencial.
Oklahoma y Virginia Occidental sin duda se percataron de la posible amenaza y, en consecuencia, modificaron hace poco su legislación de restauración de la libertad religiosa, que ahora incluye disposiciones específicas que impiden impugnar las prohibiciones al aborto con base en tal legislación.
Algunos sistemas de creencias, entre ellos el de la Iglesia Unida de Cristo, apoyan el derecho de la mujer a tomar sus propias decisiones durante el embarazo. La tradición de algunos, como la Iglesia episcopal y muchas ramas del judaísmo, indica que el aborto debe apoyarse en algunos casos, en especial cuando el embarazo pone en riesgo la salud física o mental de la mujer o si el feto presenta anormalidades graves. La definición de vida de algunas creencias no establece que esta comience a partir del momento de la concepción.
En Indiana, quienes promovieron la demanda fueron Hoosier Jews for Choice, tres mujeres judías y una mujer con creencias espirituales independientes. La jueza Heather Welch, del Tribunal Superior del condado de Marion, certificó que se trata de una demanda colectiva en representación de “todas las personas de Indiana cuya fe religiosa les indica obtener un aborto en situaciones prohibidas por” la prohibición legal.
El tribunal llegó a la conclusión de que el ejercicio de las prácticas religiosas de los actores se encuentra bajo una presión sustancial, por lo que sufren un daño irreparable”, escribió Welch en el documento para bloquear la prohibición.
El estado ya apeló, argumentando que el “‘acceso al aborto’ no constituye el ejercicio de una práctica religiosa”. Al igual que otros estados que enfrentan este tipo de juicios, Indiana señaló que tiene un “interés contundente” en prohibir el aborto.
“Los actores no identifican ningún principio por el que el aborto constituya un acto religioso en mayor medida que muchísimas otras acciones que consideran que afectan su bienestar”, escribió el fiscal general de Indiana, y añadió que “otros medios aceptables para que los actores consigan esos fines en el contexto de la maternidad incluyen la abstinencia sexual, los anticonceptivos, los dispositivos intrauterinos y la planeación familiar natural, para mencionar algunos”.
Hace varias décadas, algunos grupos antiaborto advirtieron que los argumentos sobre libertad religiosa podrían emplearse para respaldar el derecho al aborto. Cuando el Congreso evaluó el texto que se convirtió en la Ley de Restauración de la Libertad Religiosa de 1993, el Comité Nacional por el Derecho a la Vida y la Conferencia Católica de Estados Unidos hicieron notar esa inquietud.
Esta legislación, de ser aprobada, se aprovechará para buscar acceso al aborto”, escribió el consejo general de la Conferencia Católica en 1992.
En Florida, juicios promovidos por el clero de la Iglesia episcopal, la Iglesia budista, la Iglesia unitaria universalista, la Iglesia judía y la Iglesia Unida de Cristo afirman que las restricciones al aborto constituyen una violación a las “obligaciones clericales y la fe” e imponen “barreras graves” al discurso religioso, así como las creencias y la conducta religiosas.
“Creemos que Dios es la fuente de toda vida y nos permite colaborar en la labor de la creación”, explicó la reverenda Laurie Hafner, parte de los actores y dirigente de la Iglesia Congregacional Unida de Cristo en Coral Gables. “Como consecuencia de los privilegios y las responsabilidades de esa participación como cocreadores”, comentó, las “mujeres tienen la capacidad y los recursos para tomar la decisión que sea adecuada para ellas”.
Hafner dijo haber ayudado a personas de su parroquia a decidir si debían ponerle fin a su embarazo, incluida una chica de 14 años y una mujer cuyo feto no era viable. Por el momento, la legislación que prohíbe el aborto después de las seis semanas en Florida está suspendida, pero la pastora se preguntó: “¿Qué pasaría si llega el momento en que no pueda estar al lado del lecho de una persona, o en su sala o en mi oficina, por temor a lo que pueda pasar?”.
Dependiendo de las creencias, pueden existir muchas opiniones distintas sobre el aborto. Pero muchas de las personas que han interpuesto demandas afirman que las leyes que prohíben el aborto le dan a la ideología cristiana conservadora el carácter de legislación estatal.
Una de las demandantes de Kentucky, Sarah Baron, de 38 años de edad, quien tiene dos hijos y es integrante del consejo de una sinagoga en Louisville, señaló que “la torá nos enseña que el feto no es una persona del mismo modo que la madre en tanto no dé su primer aliento”.
Dentro del judaísmo, existen distintas posturas; algunos judíos ortodoxos apoyan el aborto solo en contadas situaciones. Pero Kemper, el abogado de los actores de Kentucky, indicó que los rabinos de todas las grandes sinagogas de Kentucky respaldan la demanda.
Los juicios promovidos por integrantes de creencias muy conocidas siguieron el ejemplo de una religión menos convencional, el Templo Satánico, que comenzó a presentar demandas relacionadas con el aborto tras la decisión de la Corte Suprema en el caso de Hobby Lobby en 2014 que exentó a las empresas de propiedad familiar de la obligación establecida en la Ley de Atención Médica Asequible para que las aseguradoras cubrieran el costo de los anticonceptivos. El templo, al que el Servicio de Impuestos Internos reconoce como una religión y cuenta con 46 congregaciones en Estados Unidos, tiene demandas pendientes en Idaho, Texas e Indiana, y hace poco lanzó el primer servicio de telemedicina para abortos operado por una religión, con el propósito de aprovecharlo para combatir las restricciones al aborto.
El Templo Satánico, una religión no teísta que no toma la definición de Satán como el espíritu maligno del Nuevo Testamento, sino la del personaje de la literatura inglesa que combate la opresión, por lo regular emplea una estrategia de provocación llamativa, explicó Joseph Laycock, experto en religión de la Universidad Estatal de Texas y autor de un libro sobre el Templo Satánico. Sus excentricidades inquietan a algunos defensores del derecho al aborto, que temen que atice el ánimo antiaborto. Pero algunos tribunales han tomado en serio sus quejas sobre la libertad religiosa en relación con distintos temas; por ejemplo, un fallo preliminar reciente le ordenó a un distrito escolar en Hellertown, Pensilvania, permitir que se reúna su Club Satánico Extracurricular.
El templo creó un ritual de aborto
La recitación de principios sobre el control individual sobre el propio cuerpo y la importancia de tomar decisiones con base en la ciencia. Su abogado general, Matthew Kezhaya, explicó que el ritual fortalece argumentos legales porque vincula el “aborto con la propia religión” y establece una práctica con la que “interfieren estas leyes en particular”.
El servicio de telemedicina del templo está disponible en este momento en Nuevo México, donde el aborto es legal, pero planea una expansión a estados con leyes de libertad religiosa y prohibiciones al aborto, según aseveraron funcionarios del templo. El nombre del servicio es deliberadamente provocativo, Clínica Satánica de Aborto de la Madre de Samuel Alito (en referencia al juez de la Corte Suprema que escribió la opinión en la anulación de Roe), pero aplica procedimientos médicos normales, cuenta con personal de enfermería con experiencia en salud reproductiva y aparece en la lista de servicios médicos legítimos dedicados al aborto de una organización nacional de datos de salud.
Una paciente, Mikayla, de 28 años, quien pidió que la identificáramos con su nombre de pila para proteger su privacidad, condujo de Texas hasta un hotel cerca del aeropuerto de Albuquerque, Nuevo México, para utilizar el servicio y permitió que The New York Times observara. Durante las consultas médicas por video, una persona del área de enfermería y el coordinador de atención a pacientes hablaron de efectos como cólicos y sangrado y la instaron a comunicarse a su línea directa de enfermería disponible las 24 horas para aclarar cualquier pregunta o inquietud.
Después de recibir el medicamento, el proceso tomó otro giro. A través de Zoom, un ministro invitó a Mikayla a verse en el espejo, reflexionar sobre el empoderamiento personal y recitar: “El propio cuerpo es inviolable, sujeto solo a la voluntad propia”. Después de tragar la primera píldora del régimen de dos fármacos, Mikayla recitó un principio sobre la prioridad de la ciencia. El ministro le recomendó a Mikayla recitar, cuando por fin expulsara el tejido del embarazo, las siguientes palabras: “Por mi cuerpo, mi sangre. Por mi voluntad, está hecho”.
Expertos legales opinaron que es posible que algunas demandas sobre libertad religiosa que buscan el derecho al aborto obtengan un resultado positivo, en vista de las decisiones recientes de la Corte Suprema que “apoyaron exenciones religiosas, incluso en casos en que están involucrados temas de salud y seguridad de mucho peso”, comentó Elizabeth Reiner Platt, directora del Proyecto de Legislación, Derechos y Religión en la Universidad de Columbia. También es posible que los argumentos a favor de algunas exenciones sean persuasivos porque la mayoría de las prohibiciones incluyen algunas excepciones, como el caso de violación, indicaron los expertos.
Deben ser casos muy sólidos y convincentes, pero también reconozco que se trata de un tema de gran influencia política”, explicó Platt.
Josh Blackman, profesor del South Texas College of Law Houston que ha criticado las demandas, cuestionó la posición legal de los demandantes, pues afirma que lo que dicen “muchas de estas mujeres en realidad son suposiciones, como: ‘Algún día podría embarazarme y algún día podría tener este problema, y entonces quizá necesite tener un aborto’”.
Reconoció que quizá algunos demandantes tengan “circunstancias atenuantes individuales” que son religiosas y sinceras, pero permitir exenciones amplias podría socavar el objetivo general de la legislación.
Cualquiera que sea el fallo de los tribunales, podría ser revolucionario.
Estamos en un contexto totalmente nuevo”, aseveró Platt.