Trabajos anteriores habían demostrado que, incluso después de tener a su último ballenato, las madres cuidan de sus familias compartiendo el pescado que capturan, pero ahora, un nuevo estudio ha descubierto que, además, estas madres apoyan socialmente a sus hijos protegiéndoles de las peleas.
Las orcas hembra pueden vivir hasta noventa años, pero los últimos 20 ya no son fértiles. Pero, ¿por qué pasan un periodo tan grande de su vida sin reproducirse? Según un estudio, lo hacen para cuidar a sus hijos varones y protegerles de los ataques de otras orcas.
Trabajos anteriores habían demostrado que, incluso después de tener a su último ballenato, las madres cuidan de sus familias compartiendo el pescado que capturan, pero ahora, un nuevo estudio ha descubierto que, además, estas madres apoyan socialmente a sus hijos protegiéndoles de las peleas.
Los detalles de la investigación se han publicado este jueves en la revista Current Biology.
“El objetivo del proyecto era entender cómo estas hembras posreproductivas ayudan a sus crías y nuestros resultados demuestran que la menopausia es adaptativa en las orcas”, explicó la primera autora Charli Grimes, científica especializada en comportamiento animal de la Universidad de Exeter.
Para hacer el estudio, los investigadores estudiaron a un grupo de orcas que viven en la costa noroeste del Pacífico. Estas orcas viven en unidades sociales matriarcales formadas por una madre, sus crías y las crías de sus hijas.
Utilizando datos del censo fotográfico anual de la población de orcas del Centro de Investigación de Ballenas, los investigadores buscaron cicatrices en la piel de cada orca catalogada.
Las orcas no tienen más depredadores naturales que los humanos, por lo que es muy probable que una marca de diente capaz de perforar la piel de una orca haya sido infligida por otra orca.
El estudio descubrió que, si la madre de un macho determinado seguía viva y ya no se reproducía, ese macho tenía menos marcas de dientes que sus congéneres sin madre o que sus congéneres con una madre que seguía reproduciéndose.
“Fue sorprendente ver lo dirigido que estaba el apoyo social”, afirma el autor principal Darren Croft, científico especializado en comportamiento animal de la Universidad de Exeter.
“Si tienes una madre posreproductora que no es tu madre dentro del grupo social, no hay ningún beneficio. No es que estas hembras desempeñen una función policial general, sino que estas madres centran el apoyo que dan en sus hijos”.
Los investigadores aún no pueden afirmar con certeza qué tipo de conflictos sociales provocan las marcas de los dientes ni cómo protegen las hembras mayores a sus hijos contra ellos.
Lo que sí observaron es que las hembras posmenopáusicas presentan la menor incidencia de marcas de dientes de toda la unidad social, lo que sugiere que no intervienen físicamente en un conflicto.
Si las hembras de orca de más edad desempeñan un papel similar al de las mujeres de más edad en las sociedades humanas, podrían estar actuando como mediadoras, evitando que se produzcan conflictos en primer lugar.
Para profundizar en este tema, los investigadores planean realizar un estudio adicional utilizando imágenes de drones para observar el comportamiento de las ballenas desde arriba.
“Es posible que con la edad aumenten sus conocimientos sociales. Con el tiempo, podrían tener una mejor comprensión de otros grupos sociales”, opinó Grimes.
“Dadas estas estrechas asociaciones madre-hijo, también podría ser que ella esté presente en una situación de conflicto para poder señalar a sus hijos que eviten el comportamiento de riesgo en el que podrían estar participando”.
“Tenemos hipótesis, pero necesitamos ponerlas a prueba viendo qué ocurre bajo el agua cuando interactúan estos diferentes grupos”, dice Croft.