Más de 3,8 millones de neozelandeses habilitados para votar están convocados este sábado para emitir su sufragio en más de 2.300 colegios electorales de todo el país entre las 9:00 y las 19:00 hora local (20:00 GMT del viernes y 06:00 GMT del sábado).
Nueva Zelanda celebrará este sábado 14 de octubre unos comicios para elegir al nuevo Parlamento, donde se forma el Gobierno, en una jornada en la que se prevé que el conservador Partido Nacional gane con mayoría simple y tenga que formar alianzas para retomar las riendas del Ejecutivo después de seis años.
Más de 3,8 millones de neozelandeses habilitados para votar están convocados este sábado para emitir su sufragio en más de 2.300 colegios electorales de todo el país entre las 9:00 y las 19:00 hora local (20:00 GMT del viernes y 06:00 GMT del sábado), aunque cerca de un millón ya lo hizo por adelantado.
Estos comicios se celebran con la ausencia dejada por la ex primera ministra Jacinda Ardern, que dimitió el pasado enero por “agotamiento” cuando su formación, el Partido Laborista, iba detrás en las encuestas y se marchó a Estados Unidos donde se encuentra en la Universidad de Harvard con una beca de investigación.
Los principales candidatos son el líder del conservador Partido Nacional, Christopher Luxon, que ha prometido bajar los impuestos y reducir el gasto público para luchar contra la inflación en el país, y el líder laborista, el primer ministro Chris Hipkins, que aspira a luchar contra el incremento del coste de la vida y apoyar a las familias más vulnerables.
Cualquier partido que obtenga 61 de los 120 escaños del próximo Parlamento unicameral, ya sea por mayoría absoluta o a través de la formación de alianzas con otras formaciones políticas, tendrá derecho a formar Gobierno y nombrar al primer ministro.
Las encuestas de intención de voto de la consultora Essential publicadas esta semana vaticinan que el Partido Nacional obtendrá un 34 por ciento de los votos, mientras que el gobernante Partido Laborista, un 30,3%.
Pero ninguno de estos dos partidos que históricamente se reparten el poder podrá gobernar en solitario como lo hizo Jacinda Ardern cuando ganó un segundo mandato en los comicios de 2020, tras lograr el 49% de los votos, una hazaña jamás lograda en ese país desde 1996.
En el actual escenario, los conservadores, que lograrían 44 escaños, buscarán una alianza con la formación libertaria ACT que apunta a sumarse el 7,9% de los apoyos, que se traducen en diez escaños.
La llave para que la coalición conservadora alcance la mayoría suficiente la tendría New Zealand First, liderado por el impredecible nacionalista Winston Peters.
Luxon ya ha dicho que si fuera necesario buscaría aliarse a New Zealand First, que ha resurgido en estos comicios captando las simpatías de muchos neozelandeses que protestaron contra las estrictas medidas anticovid impuestas por el Gobierno laborista, así como por sus propuestas populistas contra la inmigración o los trans.
Por otro lado, el Partido Laborista del actual primer ministro Chris Hipkins, con un 30,3% de las intenciones de voto, está previsto que vuelva a la oposición con unos 39 curules, junto a sus aliados tradicionales: el Partido Verde y el Partido Maorí, de acuerdo al sondeo de Essential.
Los Verdes se alzarían con un 10,5% de los votos (14 escaños) y el Maorí un 1,9% o dos escaños en estos comicios, cuyos resultados se podrán conocer poco después del cierre de los colegios electorales.
Los próximos comicios en Nueva Zelanda, con casi 5,1 millones de habitantes, están marcados principalmente por el impacto de la fuerte inflación (6%) en el costo de vida, el acceso a la vivienda, la criminalidad, la crisis climática y el protagonismo de China en su política exterior.