Agua, agua, agua

Agua, agua, agua
También se debe recordar que la conservación de los bosques es vital para mantener gran parte del agua potable que fluye de ella. Foto del Parque Natural Metropolitano / Henry George Kinkead M.

Los esfuerzos que se hagan por mantener vivas las esperanzas futuras de los seres vivos en el planeta, tienen que partir del desistimiento de los políticos por meter las manos en las cuestiones que competen a los expertos en la materia.

La escasez de agua afecta a más de 1,200 millones habitantes de todo el mundo, entre ellos 300,000 de Panamá, según el último censo. Casi una quinta parte de la población mundial vive en áreas donde escasea físicamente el agua. Pero el problema se acentúa más porque todavía hay otra cantidad de seres humanos que empiezan a sentir la escasez del preciado líquido.

Por esta razón, Panamá debe formar un grupo especializado en la creación de nuevas fuentes de agua para satisfacer las necesidades de una población que todos los días se queja por la falta del líquido, y no invertir 21.1 millones de dólares en la contratación de camiones cisternas para distribuir agua entre varias poblaciones del país.

Actualmente, en Panamá, por la situación climática, los ríos y los lagos, que son las fuentes principales del abastecimiento de agua para la población, comienzan a secarse y a bajar sus caudales, por lo que los ingenieros del IDAAN deben empezar a idear las formas más viables de conservar el agua en el país.  Ya es tiempo de que abandonen su postura cómoda y pongan sus mentes a trabajar.

Se pueden emplear muchas técnicas para obtener agua potable, entre ellas del agua del mar, que se evapora y después se condensa el vapor para obtener el agua deseada. Es una técnica que se ha utilizado durante siglos como fuente principal de agua potable en el Medio Oriente.

Pero a pesar de conocerse el método empleado, a los países que empiezan a tener problemas de escasez de agua no parece interesarles esta forma de ganarle la batalla al problema. Sin embargo, tarde o temprano tendrán que adoptarla los que tienen costas marinas.

También se debe recordar que la conservación de los bosques es vital para mantener gran parte del agua potable que fluye de ella. En Panamá y muchas partes del mundo, los habitantes ignoran la función que tienen los árboles en la vida cotidiana, y solo piensan que sirven como leña para preparar sus alimentos diarios o como madera para construir muebles, viviendas y otros artículos.

No saben que son factores para combatir el cambio climático, que también son barreras naturales que disminuyen la velocidad de los vientos y que transforman el bióxido de carbono en oxígeno por medio de la fotosíntesis de sus hojas.

Por eso es fundamental legislar para que la gente aprenda a respetar y cuidar los árboles y para que siembren dos árboles por cada uno cortado. También deben empezar a reponer todas las áreas que han devastado por su ignorancia durante años, actitud que solo ha servido para calentar más el ambiente y restar la producción de agua para la conservación de la vida humana y animal en la faz terrestre.

La humanidad tendrá que invertir muchos recursos para recuperar o crear nuevas fuentes hídricas. Los pueblos deben exigirles a los gobiernos que despoliticen todas las instituciones cuya finalidad es brindar agua potable.

Los esfuerzos que se hagan por mantener vivas las esperanzas futuras de los seres vivos en el planeta, tienen que partir del desistimiento de los políticos por meter las manos en las cuestiones que competen a los expertos en la materia.

Mientras se gasten los 21.1 millones de dólares en la solución temporal de la falta agua en el país, los ingenieros y técnicos deben ir pensando en las posibles soluciones para lograr fuentes hídricas permanentes en el país.

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