Para Damián Ignacio Ramos, vicepresidente de Data y Analítica de Experian Spanish Latam, “la Inteligencia Artificial Generativa (IAG) puede ser un recurso muy rico para que equipos perfeccionen el trabajo, aunque requiere de un aprendizaje para hacer un correcto uso de las herramientas tecnológicas en las organizaciones”.
En 1956 se introdujeron y discutieron conceptos avanzados y se estableció por primera vez el término “inteligencia artificial”. Hemos convivido con ella desde hace más de setenta años, y hoy día cada vez está más presente en nuestra vida cotidiana, desde la publicidad en los teléfonos y el desarrollo de productos, hasta los alcances que tienen algunos softwares de inteligencia artificial generativa (IAG), causando expectativas respecto a sus fines.
A pesar de los beneficios de esta tecnología, expertos han advertido sobre las posibles brechas de esta innovación y cómo hacer un uso correcto de ella.
En ese sentido lo primero a tener en consideración es que la inteligencia artificial generativa, es una rama de la inteligencia artificial que se utiliza para crear contenido nuevo a partir de información existente. Estos sistemas se asimilan a una red neuronal conformada por dos piezas: una dedicada a generar y la otra dedicada a detectar lo generado, de manera que al mezclarse ambos recursos, la inteligencia generativa distingue entre lo nuevo y lo existente, perfeccionando los contenidos creados.
Para Damián Ignacio Ramos, vicepresidente de Data y Analítica de Experian Spanish Latam, multinacional de servicios de la información, “la inteligencia artificial generativa está popularizándose; y existen ámbitos en los que es recomendable aplicarla y otros en donde deberíamos tener mayor cuidado, sobre todo si pensamos en situaciones donde la información generada pueda causar sesgos, problemas éticos o incluso pueda representar una brecha de seguridad para las empresas”.
Para Ramos se trata de una oportunidad tecnológica de enorme impacto para muchas industrias y un campo donde aún hay que estudiar para aprender a aplicar.
Aunque existen debates acerca de donde es aplicable y si puede reemplazar a los humanos en el corto plazo, el que una IAG nos sustituya, aún no es cercano.
“Mucho del trabajo que como humanos hacemos, está en acercarnos más a nuestro equipo de trabajo y enriquecer el intercambio de información y capacidades. Por supuesto, podemos nutrirnos de insights, pero siempre y cuando verifiquemos y revisemos la información que obtengamos de las IAGs.”
En este contexto el especialista detalló algunos de los ámbitos en los que se puede hacer un uso correcto y responsable de la IAG y otras limitaciones que se pueden presentar para esta inteligencia artificial.
Hoy en día las empresas utilizan la inteligencia artificial y hay algunos ámbitos en donde se puede aprovechar su potencial y otras áreas donde debería tenerse un mayor resguardo.
Temas en los que la IAG puede ser utilizada
– Procesamiento eficiente de información: Gracias a su alta velocidad de procesamiento, la IAG de hoy puede agilizar la revisión de extensas bases de datos, facilitando la filtración, categorización e identificación de ideas claves que enriquezcan los proyectos empresariales. Es importante destacar que la evaluación y análisis de estas ideas aún requerirá la supervisión humana para aportar el conocimiento estratégico necesario a los datos proporcionados por la máquina.
– Experiencia de atención al cliente: En la actualidad la personalización de la atención, a través de IA es posible. A menudo se comenta sobre la limitada interacción con chatbots que ofrecen únicamente opciones predefinidas, resultando en la insatisfacción de los clientes al no encontrar soluciones adecuadas. La IAG tiene el potencial de elevar la calidad de la atención al cliente no solo al resolver problemas, sino también al orientar a los clientes llevándolos a tomar decisiones informadas acerca de sus solicitudes. Estas herramientas podrían ofrecerles la oportunidad a las empresas, de ajustar sus ofertas de manera precisa en función de las necesidades individuales de cada cliente.
– Reskilling: La IA puede ayudarnos prácticamente en cualquier área de la compañía, desde las áreas de IT donde esta herramienta puede ayudar a los programadores, a las áreas de marketing para la generación de contenidos y las áreas financieras para el procesamiento de datos. Esto implica que las personas obtengan nuevos conocimientos y habilidades tecnológicas y puedan enriquecer la productividad de sus áreas dentro de la empresa y disminuir tareas operativas que les quitan tiempo para dedicarse a lo creativo y estratégico de su negocio.
Limitaciones de la IAG
– Contenidos sesgados o con información incompleta: Utilizar la IAG como una fuente y no verificar los datos puede dar lugar a resultados imprecisos, sesgados y erróneos. Por ello es importante que, ante toda la creación de información nueva, los humanos mantengamos sistemas de revisión de datos provistos por los softwares de IA. Mucha de la información que la IAG cuenta o tiene registrada puede estar no verificada u obsoleta. Siempre es mejor tomar fuentes verificadas y más recientes para no generar información que puede estar incompleta o sesgada.
– Manejo de datos: Estamos en un proceso de aprendizaje de uso de las IAG, por lo que los riesgos en seguridad de información pueden ser una de las preocupaciones de las empresas; así que, dependiendo de los diferentes propósitos para el uso de estas herramientas, las empresas deben evaluar cuál es la mejor solución y hasta qué punto poder aplicar IAG dentro del espacio corporativo.