El español Toni Bou (Montesa Honda), campeón del mundo de trial por trigésimo cuarta vez, diecisiete en la modalidad al aire libre y otras tantas en pista cubierta, reconoce ahora, después de muchas “charlas” con su amigo Carlos Checa, que el Dakar quizás no esté tan lejos.
Si bien es cierto que, entre sonrisas, Toni Bou afirma que el Dakar lo ve “como una aventura” porque en moto cree que es “muy peligroso, hay un nivel altísimo” y él no es un piloto “que se pueda permitir el lujo”, con su carácter, remarca, de ir ahí sólo a divertirse.
“Creo que sería un error correr un riesgo, aunque Honda tenga una moto súper competitiva y, evidentemente, debería ser algo súper divertido, pero no tengo la velocidad para poder hacerlo bien y entonces no me divertiría, por lo que coger esa velocidad sería correr un riesgo muy alto. ¿Como una aventura en coche? Bueno, veremos. Al final la vida da muchas vueltas y, aunque yo sigo pensando que no, la vida da muchas vueltas y, al final, podría ser”, ha detallado.
Pregunta: ¿Quizás ha hablado en alguna ocasión de ello con Carlos Checa?
Respuesta: Bueno, Carlos es un expiloto con el que tengo un buen rollo increíble y somos amigos y vecinos en Andorra, pasamos muchas horas juntos y él es el que me ha hecho ver de manera diferente este asunto y quizás es un poco por él, que me ha contando mil historias y mil cosas, por el que me ha cambiado un poco el punto de vista.
Sí que es cierto que todavía lo veo lejos, pero tener a alguien tan cercano, que lo ha hecho, me ha hecho cambiar un poco.
P. ¿Qué es lo que le motiva, después de 17 años en lo más alto del trial mundial, para seguir compitiendo y ganando a ese nivel?
R. Yo diría que el que haya salido tan bien es lo que te facilita el volver a empezar y luchar, aunque sea por lo mismo, pero sí estás en una dinámica súper positiva y tienes esa inercia tan buena, aún cuando va mal, es la que te ayuda a poder alimentarte. Esos buenos recuerdos, ese saber que, aunque cuando hay problemas lo acabas consiguiendo, es lo que te mantiene tantos años en lo más alto. Y, evidentemente, que me encanta lo que hago, sino sería completamente imposible.
P. ¿Cuando llega a una carrera no percibe que sus rivales ya ven que lo que les queda es luchar por la siguiente posición porque ha llegado Toni Bou?
R. (Sonrisas) Bueno, por una parte sí y por otra parte no. Por una parte, evidentemente, soy el rival incómodo, pero por otra parte soy un rival que les da una motivación, porque al final quien me gane, como ha sido el caso este principio de temporada, en el que Jaime Busto me ganó tres de las seis primeras carreras, y estábamos empatados, pues es una grandísima motivación. Creo que es lo que ellos buscan y su motivación en el día a día es un poco más fácil que la mía.
P. Su Montesa Honda y usted forman un binomio casi imbatible y perfecto, ¿qué defecto le podría sacar o en dónde debería mejorar?
R. Evidentemente ya se sabe que el piloto siempre encuentra defectos y quizás me gustaría que fuese una moto un poco más agresiva, un poco más rápida, pero esa es también una de sus virtudes, esa estabilidad, esa tranquilidad que te da, en la que el piloto puede poner el resto. Ese es uno de sus puntos fuertes, así que trabajamos en ello, pero es muy difícil encontrar el compromiso.
P. ¿Y qué defecto o en qué debería mejorar Toni Bou como piloto?
R. Me faltaría más velocidad pues, evidentemente con la edad, pierdes esa chispa o reacción tan rápida a la hora de ser rápido, sobre todo de piernas y de tener esa chispa que, como digo, intentamos trabajarla y mejorarla, pero es algo que con la edad pasa y en lo que más nos centramos para intentar llegar al máximo de lo que tenemos, porque es algo complicado.
P. ¿Continúa sin tener límites en su carrera deportiva después de 17 años en la élite mundial?
R. “Seguimos un poco en lo mismo, pues al final este año físicamente ha sido bastante bueno, hemos tenido más problemas de sensaciones, de no encontrar lo que yo quería encima de la moto y, al final, para el equipo es un poco complicado trabajar con un piloto que tiene tan claro lo que quiere, porque apretamos bastante, pero el equipo ha reaccionado, una vez más, de manera increíble.
Al principio de temporada, aún consiguiendo victorias, no me sentía muy cómodo con la moto. El equipo ha trabajado muy bien y me han dado un poco de esa confianza y esa seguridad para sentirme más cómodo al final de las carreras y recuperar esa confianza que no teníamos tanto al principio de temporada. Eso ha sido muy positivo para mí.
P. Este ha sido su primer año sin Miguel Cirera a su lado, pero con su nuevo responsable y excompañero de equipo Takahisa Fujinami al frente ¿Ha notado muchas diferencias?
R. Al final con Miguel teníamos una relación muy, muy buena, y fueron unos años de muchos éxitos, totales, pues fue, además, quien me trajo al equipo y sólo puedo tener palabras de agradecimiento hacia él, y con Fuji teníamos muy buen rollo ya como pilotos y hemos trabajado juntos durante muchos, muchos años.
La verdad es que tener un campeón del mundo como mánager es algo increíble, sobre todo por el buen rollo y la confianza que él tiene en mí. Al final trabajamos y vamos todos a una y en este grupo incluimos también a Gabri -Gabriel Marcelli, su compañero de equipo-, que es el piloto joven que tenemos en el equipo, con una proyección muy buena, y creo que es un equipo en el que hay muy buen rollo y eso hace que sea mucho más fácil trabajar”.
P. ¿Cuando deje de competir se ve en el puesto de Fujinami o piensa más en otro tipo de trabajo?
R. “(Sonrisas) Vamos a ver, tengo muchas cosas en la cabeza y soy muy inquieto, veremos qué es lo que pasa, pero yo creo que seguiré vinculado a Honda, pues mi objetivo es acabar mi carrera aquí e intentar quedarme con ellos, creo que es lo que queremos los dos, pero no creo que sea en el sitio de ‘Fuji’. Pienso quye será diferente ya que mis sensaciones o intenciones son algo diferentes y yo creo que el puesto a ‘Fuji’ no le peligra (nuevas sonrisas)”.