“Si queremos la paz, debemos erradicar a Hamás”, dijo Netanyahu en una rueda de prensa, donde aseguró que Israel sigue firme en su idea de mantener su presencia militar sobre Gaza y tener su control “desde una perspectiva de seguridad”.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, reiteró ayer sábado que “no habrá alto el fuego” en Gaza, y que Israel está determinado a mantener el control sobre la Franja “desde una perspectiva de seguridad”, mientras las tropas israelíes profundizan su ofensiva terrestre en el interior del enclave.
“Si queremos la paz, debemos erradicar a Hamás”, dijo Netanyahu en una rueda de prensa, donde aseguró que Israel sigue firme en su idea de mantener su presencia militar sobre Gaza y tener su control “desde una perspectiva de seguridad”, ante lo que “la guerra avanza con toda la fuerza y un objetivo: ganar”.
“En cuanto al día después, esto no llegará hasta que se erradique a Hamás”, detalló Netanyahu, que añadió que Israel no renunciará a su control de seguridad de la Franja “bajo ninguna circunstancia”.
Según remarcó, el ejército sigue “utilizando fuego agresivo desde el aire y desde tierra”, y remarcó que el cese el fuego que cada vez se pide más desde más sectores de la comunidad internacional no será posible “hasta erradicar a Hamás” y liberar a los alrededor de 240 cautivos en la Franja en manos de las milicias palestinas.
Sobre las posibles negociaciones para su puesta en libertad, el primer ministro agregó que cuando “haya algo nuevo” se comunicará a las familias, mientras que “por ahora es mejor seguir en silencio”. También insistió en que se opone a cualquier oferta de algo el fuego que no incluya la puesta en libertad de los cautivos.
Asimismo, remarcó que los países de la comunidad internacional “deben enfrentarse a Hamás” y “no deben sucumbir a las presiones” de los que se oponen a la ofensiva sobre Gaza, que ya dura 36 días.
Netanyahu también dio el pésame por la muerte de cinco soldados israelíes en las últimas horas, lo que eleva los militares muertos desde que empezó la incursión terrestre el 27 de octubre a unos 45.
Por otro lado, dijo que Hamás “perdió control en la sección norte” de Gaza, donde las tropas israelíes han actuado con fuerza en las últimas semanas. A su vez, el ejército destacó hoy que profundiza operaciones en lugares como el campo de refugiados de Al Shati, a línea de mar en la zona norte de la propia urbe de Gaza.
La guerra se ha saldado con más de 1.200 muertos en Israel por el ataque de Hamás del pasado 7 de octubre que inició el conflicto, y los bombardeos israelíes sobre el enclave han causado más de 11.100 muertos y al menos 28.000 heridos. Entre las víctimas mortales hay más de 8.000 mujeres y niños, informó hoy la Oficina de Comunicación del Gobierno de Gaza.
Justo hoy, en una cumbre de emergencia celebrada en Arabia Saudí, los países árabes e islámicos pidieron el fin de la guerra y que Israel rinda cuentas por sus “crímenes masivos”, y le exigieron también que aumente la entrada de ayuda humanitaria al enclave, afectado por falta de agua, comida, medicinas y combustible por un cerco casi total impuesto por Israel desde el inicio del conflicto.
La crisis humanitaria rampante se acentúa sobre todo por escasez de gasolina en los generadores de los hospitales, lo que hace que la mayoría de centros sanitarios estén casi sin funcionar.
A esto se suman denuncias palestinas de ataques y asedio por parte de las tropas israelíes sobre los principales centros sanitarios del norte y ciudad de Gaza, donde Israel asegura que Hamás esconde parte de su red de túneles e infraestructura militar.
Justo hoy, la Media Luna Roja palestina aseguró que las tropas israelíes cercaron y atacaron el Hospital Al Quds, y apeló a la comunidad internacional para proteger los centros sanitarios de Gaza, donde se siguen refugiando miles de desplazados internos.
A su vez, Israel asegura que el corazón militar del grupo está debajo y en entornos del Hospital al Shifa. Desde ayer y durante la jornada de hoy su personal médico ha denunciado un cerco israelí y ataques sobre su recinto, así como una falta de electricidad para hacer funcionar aparatos como incubadoras, que causaron la muerte de al menos dos bebés prematuros y amenazan la vida de casi 40 más.
Sin embargo, el ejército israelí negó hoy las acusaciones sobre el asedio en el hospital, mientras aseguró que hay duros combates alrededor del centro hospitalario, en el centro de ciudad de Gaza.
“Hoy hubo mucha desinformación desde Gaza. Por eso quiero aclarar los hechos. No hay asedio del hospital Al Shifa. El lado oriental del hospital está abierto para el paso seguro de los habitantes de Gaza que deseen abandonar el hospital”, dijo el portavoz del Ejército, Daniel Hagari, en medio de acusaciones palestinas de que los civiles están en peligro de recibir disparos si buscan evacuar.
“Ayer se apresuraron a acusarnos de un ataque a Al Shifa. Revisamos nuestros sistemas y una vez más se trató de un lanzamiento fallido por parte de organizaciones terroristas”, aseguró Hagari.
Según añadió, Israel también se comprometió “a ayudar a los bebés del departamento de pediatría a llegar a un hospital más seguro” tras hablar con personal del centro médico.
El Ejército informó, a su vez, que permitió evacuar a desplazados de dos otros hospitales, los de Al Rantisi y Naser, por lo que se abrió “una ruta adicional para su evacuación al sur”, donde siguen bajando gazatíes que buscan huir de los fuertes combates en el norte.