El tinte de jagua

El tinte de jagua
Los grupos étnicos emberá-wounaan utilizan la jagua para elaborar tinta para pinturas faciales y corporales. En la foto, Elicina Membache, entrevistada. Foto, Belkis Hidalgo Hoyos.

La joven Elicina Membache dijo que para pintar, la jagua se utiliza cuando está verde.  Detalló el proceso para producir la tinta: “se pela, raya, exprime y cuela para sacar el jugo. Luego se coloca un tiempo en el sol”.

La pintura facial y corporal legítima de los pueblos indígenas es una práctica que manifiesta la identidad y pertenencia del grupo que integran estos habitantes, entre los que se encuentran los de la comarca Emberá-Wounaan, situada en Darién.  Sus costumbres y vestuarios son casi los mismos.

Acicalar sus rostros y cuerpos con diseños elaborados de una tintura natural, ya sea de forma rutinaria, en rituales, ceremonias u otras ocasiones, es un arte muy interesante, no solo por sus diseños, sino la manera cuidadosa como producen tan eficiente colorante para hacerlo.

Elicina Membache, una joven del grupo étnico wounaan, proveniente de la comunidad de la tierra colectiva, Majé Chimán, explicó que, “no solo nos pintamos en eventos especiales. Como es parte de nuestra cultura, es natural que lo hagamos, pero depende de cada quien, si le gusta o no, pues no a todos les agrada pintarse”.

Para llevar a cabo esta tradición de los grupos étnicos, una de las sustancias que utilizan se obtiene a partir del extracto de jagua, una fruta ancestral, pues se sirven de ella hace cientos de años.

Esta tiene delicado aroma. Su nombre en lengua nativa es “kipara” y científicamente se le conoce como “Genipa americana”.

La jagua tiene forma globosa. La fruta tropical se utiliza verde para obtener tinte y para consumirla debe estar madura. Foto, Belkis Hidalgo Hoyos.

La fruta tiene forma de globo, mide entre 4 y 8 centímetros de largo y 4 y 6 de ancho. En su interior es blanca y se extrae un líquido color claro también. Cuando este se oxida se obtiene un tinte temporal color negro índigo con el que plasman sus expresiones, a través de figuras abstractas y relativas a su entorno o vivencias.

La joven Membache dijo que, para ese propósito, la jagua se utiliza cuando está verde, es decir, no madura.

Detalló el proceso para producir la tinta, “se pela, raya, exprime y cuela para sacar el jugo. Luego se coloca un tiempo en el sol”.

Agregó, “se obtiene un líquido color gris, pero, poco a poco, va cambiando. Se le puede colocar carbón para que quede más oscuro”.

El área de la piel debe estar limpia, sin grasa ni sudor. “Se aplica utilizando palitos de madera.  Después, se deja secar”, concluyó.

Este sirve también como protector solar. El colorante se va desvaneciendo entre una semana y media o dos, a medida que la piel se va renovando.

De acuerdo al Ministerio de Cultura (MiCultura), “para los emberá y los wounaan la pintura corporal es su forma de presentarse ante el mundo.  Los trazos que llevan indican ante los demás quiénes son y la región o grupo específico al que pertenecen”.

La elaboración de figuras con jagua ha sido acogida con agrado por muchas personas que no son indígenas y a los turistas les encanta.

El área donde se coloque el tinte de jagua debe estar limpia. El diseño dura entre una y dos semanas. Foto, Belkis Hidalgo Hoyos.

El colorante también lo utilizan para teñir sus cabellos, y aparte de su buena cobertura, también sirve para cuidarlo. No lo daña porque es orgánico y evita su caída.  Las hebras se humedecen bien con la sustancia negra, se peina y deja por algunos días. Este procedimiento debe repetirse y el color irá cambiando hasta adquirir un tono negro intenso.

La jagua tiene muchas otras propiedades, entre las que se encuentran “medicinales e insecticidas”, señaló la joven Membache.  “Sirve como repelente natural, para lo cual se frota en la piel. También para el carache”, agregó.

De acuerdo a lo investigado, “con la corteza se elaboran infusiones para curar enfermedades como la gonorrea; el fruto verde se utiliza como astringente, antiinflamatorio y antianémico; es fuente de hierro, riboflavina y sustancias antibacterianas; sus flores son tónicas y febrífugas”.

Los frutos son comestibles. Para consumirlos deben estar maduros. Con estos se preparan refrescos, dulces y hasta licores.

El árbol de donde proviene la jagua crece en áreas selváticas. El tronco es liso, su madera de buena calidad y puede alcanzar gran altura.

Es considerado sagrado, por lo que lo utilizan con mucho respeto. “Piden al árbol el consentimiento de poder cortar algunas de sus frutas, les hablan para que el espíritu protector no les vaya a hacer daño”, reveló MiCultura.

Algunas personas suelen confundir jagua con tagua. De la primera, se elabora tinte; y con la segunda, se realizan diversos tipos de artesanías.

El tinte de jagua es color negro índigo. Se le coloca carbón para que adquiera un tono más intenso. Foto, Belkis Hidalgo Hoyos.

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