Panamá se unió para combatir el tráfico ilícito de bienes culturales

Panamá se unió para combatir el tráfico ilícito de bienes culturales
(i-d) En representación del Ministerio de Seguridad, Walter Hernández; la ministra panameña de Cultura, Giselle González Villarrué, y el procurador general de la Nación, Javier Caraballo, posan durante el lanzamiento de un acuerdo entre diferentes autoridades panameñas para proteger los bienes culturales y patrimoniales del país, hoy, en Ciudad de Panamá. EFE/Moncho Torres

Según la ministra, solo el año pasado lograron repatriar más de 343 piezas de Países Bajos y dos de Italia

Diferentes instituciones panameñas anunciaron este martes una alianza para combatir juntas el tráfico ilícito de bienes culturales, un acuerdo con el que levantarán un “muro de contención” contra el expolio de su patrimonio nacional, al tiempo que evitarán otras prácticas delictivas como el blanqueo de capitales.

Los ministerios de Cultura, Seguridad, la Procuraduría General de la Nación (Fiscalía) y la Autoridad Nacional de Aduanas forman parte de un acuerdo “interinstitucional y multidisciplinario” presentado este martes en la capital panameña coincidiendo con el “Día Internacional Contra el Tráfico Ilícito de Bienes Culturales”.

“Para formalizar el trabajo lo que se está haciendo a través de este acuerdo es la creación de un equipo multidisciplinario especializado (….). Poner una especie de muro de contención, como acaba de decir el procurador, para poder evitar que se vayan nuestras piezas y para poder empezar a recuperar” las que han sido expoliadas, afirmó a EFE la ministra de Cultura, Giselle González Villarrué.

Según la ministra, solo el año pasado lograron repatriar más de 343 piezas de Países Bajos y dos de Italia, y es importante entender que “detrás de esto hay un movimiento importante de blanqueo de capitales que obstruyen el sistema financiero” de países como Panamá.

Además, en ese lucha para evitar la pérdida del patrimonio nacional no participarán únicamente las instituciones del Estado, sino que se quiere implicar a todos los panameños, indicó González, para lo que han lanzado una campaña que busca sacar a la luz “este problema y que el ciudadano empiece a abrazar sus bienes culturales con la relevancia que tiene, denunciando cualquier tipo de movimiento que vea, a veces en un sitio en Internet”.

“Denuncia el tráfico ilícito de bienes culturales. Llama al 311”, dice la campaña, con la que se busca que cualquier ciudadano puede denunciar un posible expolio de patrimonio.

Entre las piezas más apreciadas por los coleccionistas están las vasijas con diseños geométricos o zoomorfos de estilo Conte, procedentes de la Región Cultural del Gran Coclé o de Chiriquí, algunas de las cuales estaban expuestas en la sala durante el lanzamiento de la campaña, la mayoría datadas entre los siglo VIII y IX.

Lavado de dinero

El procurador general de la Nación, Javier Caraballo, aseguró durante su intervención que con este acuerdo se dará “una investigación eficaz y efectiva de los casos que se generen en violación a nuestro patrimonio cultural”, buscando además un tipo de especialización que les permita “un intercambio más fluido de información”.

Así podremos “contrarrestar la rapidez y el dinamismo de los mercados ilícitos de arte de antigüedades, al igual que evitar que esto pueda ser utilizado para la comisión de delitos, especialmente para evitar que nuestro sistema financiero pueda ser objeto de lavado de dinero producto de estas actividades”, explicó Caraballo.

Entre los presentes en el evento estaba Rubén Henríquez, que ha trabajado durante décadas en Patrimonio Cultural, un tiempo en el que le tocó vivir periodos en los que las autoridades apenas tenían interés en preservar el patrimonio nacional, a lo que se sumaba la falta de control en ciertos puntos de salida.

“Ahora es que hemos estado teniendo más firmeza en la recuperación, pero antes le puedo decir que salían los bienes por las bases militares, en ese entonces cuando estaban los norteamericanos”, dijo Henríquez a los medios de comunicación, en referencia a la presencia estadounidense durante gran parte del siglo XX en la conocida como Zona del Canal de Panamá.

Ahora, en el aeropuerto internacional de Tocumen o en otras salidas del país, cada vez que las autoridades de aduana “ven algo turbio o algo ilícito ellos nos llaman y nosotros vamos y hacemos el peritaje, comprobando si son piezas originales”, aclaró el funcionario.

Panamá es signataria de la Unesco sobre las medidas que deben adoptarse para prohibir e impedir la importación, exportación y la transferencia de propiedad ilícita de bienes culturales y suscribió la Convención de la Organización de Estados Americanos (OEA) en relación con la Protección del Patrimonio.

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