“Está en juego –según analista J. Michael Cole- la preservación de la democracia de la isla y su lugar en el mundo”
Los resultados electorales en 50 países del mundo este año prometen cambiar por completo el paisaje de la política internacional, y Taiwán es precisamente uno de los puntos calientes.
Cerca de 20 millones de personas decidirán este sábado el rumbo que va a tomar en los próximos cuatro años esa isla autónoma..
Sobre el papel, los taiwaneses tienen encima de la mesa dos opciones de cara a las elecciones presidenciales y legislativas de este sábado. Por un lado, seguir la senda soberanista que propone el gobernante Partido Democrático Progresista (PDP), liderado por su candidato presidencial y actual vicepresidente, William Lai Ching-te.
Por otro, tender puentes con Pekín tras la escalada sostenida de las tensiones de los últimos años. Una postura que defienden, en cierta medida, los candidatos Hou Yu-yi y Ko Wen-je, candidatos del nacionalista Kuomingtang (KMT) y del Partido Popular de Taiwán (PPT).
El analista del International Republican Institute (IRI), J. Michael Cole, que vive sus quintas elecciones generales en Taiwán, reconoce estar “asombrado por la vitalidad de la campaña y el apego de la gente a su democracia”. El experto respondió a las preguntas de LA RAZÓN la víspera de una jornada crucial.
¿Puede cambiar el actual estatu quo tras las elecciones?
Sería extremadamente difícil para cualquier administración de Taiwán cambiar el estatus quo”, ya que este estado de cosas –la independencia de facto de la isla– es lo que la mayoría de la población de Taiwán quiere actualmente para sí. Es Pekín, a través de la beligerancia, la amenaza de la fuerza militar y los esfuerzos por capturar, cooptar e influir, quien pretende cambiar ese statu quo mediante la anexión de Taiwán en contra de la voluntad de la gran mayoría de su población, con independencia de que voten al PDP, al KMT o al TPP.
Muchas voces autorizadas consideran estas elecciones como las más importantes para la isla en lo que va de siglo. ¿Qué está en juego?
Lo que está en juego es la preservación de la democracia de Taiwán y su lugar en el mundo. Estas elecciones determinarán si Taiwán sigue siendo un socio de otras democracias en el mantenimiento y fortalecimiento del orden internacional basado en normas o decide concentrarse más en su relación con China. Y por encima de todo esto, por supuesto, está cómo reaccionará China si los taiwaneses no votan como ella espera que voten.
El actual vicepresidente y candidato del soberanista Partido Democrático Progresista (PDP), William Lai Ching-te, parece favorito, pero las encuestas arrojan un resultado especialmente ajustado. ¿Puede haber sorpresas?
William Lai ha ido adelante en la mayoría de las encuestas, pero siempre existe la posibilidad de sorpresas y ningún candidato, sea cual sea la ventaja, debe dormirse en los laureles. En todas las elecciones de Taiwán hay un grupo considerable de votantes indecisos que pueden dar sorpresas.
Xi Jinping ha aumentado la presión con sus recientes declaraciones sobre sus planes de «reunificación». ¿Es probable una invasión china a corto o medio plazo?
Una invasión china de Taiwán sería una empresa extraordinariamente compleja y arriesgada para el Ejército Popular de Liberación (EPL). Xi no puede ordenarlo de un tirón y durante varios meses antes de una invasión planeada veríamos signos de preparación en China. Y, por supuesto, lo que les hace pensárselo dos veces es la posibilidad muy real de que Estados Unidos intervenga del lado de Taiwán si China lanza un ataque contra Taiwán.