Tras el asesinato del exministro Rodrigo Lara, Escobar se refugió en Panamá bajo la protección de Noriega
Carlos Lehder, el narcotraficante que entregó información a Estados Unidos sobre la relación del Cartel de Medellín y el general Manuel Antonio Noriega a cambio de reducir su condena, que pasó de 135 años a 33 años, profundiza en su reciente libro la presencia de Pablo Escobar en Centroamérica.
Aunque en su libro no menciona la relación del exjefe del Cartel de Medellín con el exhombre fuerte de Panamá, la agencia Infobae recordó que, tras el asesinato en 1984 del entonces ministro de Justicia de Colombia, Rodrigo Lara Bonilla, Escobar y otros miembros de la organización se refugiaron en Panamá.
En su estancia en suelo panameño, y amparado por Noriega, Escobar asistió al nacimiento de una hija en una clínica privada. El temido capo de la droga también obtuvo una cédula panameña que le valió para movilizarse con tranquilidad.
Según Infobae, durante ese tiempo Escobar se presentaba a las autoridades como Pedro Pablo Cabrera Caballero. También se conoce que estando en Panamá, se reunió con el expresidente de Colombia Alfonso López Michelsen, al que le ofreció pagar la deuda externa de su país a cambio de no extraditarlo a Estados Unidos y el olvido de sus deudas judiciales.
En su libro, Lehder cuenta cómo el Cartel de Medellín financió en 1982 la campaña de López Michelsen, entonces candidato presidencial por el Partido Liberal. Escobar y otros miembros de la organización aportaron $800,000 para esa contienda electoral.
Lehder, quien reside en Alemania, también menciona la estrecha relación del Cartel de Medellín y el régimen de los hermanos Fidel y Raúl Castro, en un negocio que inició con él como intermediario.
“Yo contraté con el gobierno cubano autorizado por Pablo (Escobar) y por Gustavo (Gaviria), el primo de Pablo, para transportar cocaína hacia las Bahamas. Yo no hubiese podido ingresar a Cuba en mi propio avión sin el permiso, sin la venia de Fidel Castro mismo”, afirmó Lehder.
De la misma forma, ese relato de Lehder también lo lleva a Las Bahamas, donde tenía una isla que se convirtió en una de las bases del poder de los narcos colombianos.
En el libro, también reveló los negocios que el Cartel de Medellín tuvo con el Frente Sandinista de Liberación Nacional que había tomado en 1979 el poder en Nicaragua.