Texas se mantuvo independiente por nueve años hasta que en 1845 se unió a lo que actualmente es Estados Unidos
Casi 200 años después de independizarse de México, el estado de Texas busca repetir la historia, ahora ante Estados Unidos. Las tensiones por la migración irregular han dado fuerza al frente separatista.
A través de una página web han lanzado el Movimiento Nacionalista de Texas (TNM), en el que se señala que las mejores personas para gobernar Texas son los texanos. Además, se autodenominan un movimiento que busca devolver el derecho de autogobierno y hacer de Texas nuevamente una nación libre, independiente y próspera.
De momento, el TNM ha conseguido incluir en el debate público el término “Texit”, un juego de palabras similar al Brexit o al nonato Grexit griego que anhela la salida de Texas de la unión americana, algo absolutamente impensable en un país tan orgulloso de sí mismo como Estados Unidos, según publica el diario español La Razón.
El movimiento ya ha recogido 620,000 firmas. Los propulsores del TNM dicen estar cansados de los burócratas de la capital, quieren hacer sus propias leyes, ser un país independiente y convertirse en los únicos dueños de sus vidas y destino.
Según apunta La Razón, el Texit tiene pasado glorioso (una efímera independencia de nueve años), leyendas (una raya dibujada en la arena) y un héroe “indepe” convertido en mártir por la causa en la famosa batalla de El Álamo.
Texas mantuvo su independencia hasta que en 1845 decidió incorporarse a Estados Unidos. En el movimiento independentista el dinero juega un rol clave, pues sostienen que cada año entre $103,000 y $160,000 millones de los contribuyentes texanos se desvían a Washington. Pero en estos días, la gesta separatista se ha incendiado mucho más después que la Corte Suprema de Estados Unidos ordenara desmontar la barrera de alambre de púas que había levantado el gobernador de Texas, Greg Abbot, para frenas a las inmigrantes ilegales.
Según explica el actual líder del movimiento nacionalista texano, Daniel Miller, en la hoja de ruta del TNM figura el dólar como moneda nacional, para en el medio plazo dar paso a una unión monetaria con Washington que incluiría una moneda propia. Además, según Miller, Texas no tendría obligación de pagar una parte de la deuda “acumulada por el sistema federal”.
Una vez independiente, Texas se constituiría como “estado-nación unitario”, que luego se subdividiría en provincias más pequeñas. Eso sí, tendría un ejército independiente, entre otras cosas, para controlar su propio alambre de púas en la frontera mexicana.