A pesar de los avances técnicos, los cruceros siguen siendo una fuente importante de contaminación del aire, el agua y la tierra
El recién bautizado Icon of the Seas está equipado con tecnología de eficiencia energética, pero algunos expertos dicen que si quieres reducir tu huella de carbono, construir un barco gigantesco no es la dirección correcta.
El 23 de enero, en una ceremonia que, por supuesto, involucró un balón de fútbol, la superestrella argentina Lionel Messi presionó un botón y una botella de champán se estrelló contra la proa del Icon of the Seas, bautizando así al crucero más grande del mundo en su puerto base de Miami.
Como si se tratara de una celebridad de primer nivel pisando la alfombra roja, la llegada del barco de 250,800 toneladas de Royal Caribbean ha captado la atención del mundo. Mientras muchos se asombran por sus características de vanguardia, como el parque acuático más grande en alta mar, otros critican el potencial del gigantesco barco para dañar el medioambiente.
Con una capacidad para transportar a casi 8,000 personas, el buque de 20 cubiertas y alrededor de 365 metros de longitud es del tamaño de una pequeña ciudad. Hay ocho “vecindarios” repletos de amenidades que incluyen una cascada de casi 17 metros, seis toboganes de agua y más de 40 restaurantes, bares y lugares de entretenimiento.
Durante décadas, la industria de los cruceros ha sido criticada por su impacto negativo en el medioambiente. Un estudio de 2021 publicado en la revista Marine Pollution Bulletin reveló que, a pesar de los avances técnicos, los cruceros siguen siendo una fuente importante de contaminación del aire, el agua y la tierra que afectan hábitats frágiles y la salud humana.
Mientras que los grupos ambientalistas han recibido con agrado ciertas características del Icon of the Seas, como su avanzado sistema de tratamiento de agua, algunos dicen que construir barcos tan inmensos va en contra de los objetivos a largo plazo de sostenibilidad y preservación de la industria de los cruceros.
A continuación, analizamos algunas de las características clave que Royal Caribbean dice que hacen que el Icon of the Seas sea más sostenible y cómo se comparan.
Transición a fuentes de energía alternativas
Icon of the Seas es el primer barco de Royal Caribbean que funciona con gas natural licuado, o GNL, un combustible fósil que la industria de los cruceros ha promocionado como una alternativa más limpia al fueloil pesado que se suele utilizar.
Pero los analistas ambientales están preocupados por los problemas a largo plazo del GNL. En comparación con los combustibles marinos convencionales, el GNL emite alrededor de un 25 por ciento menos de dióxido de carbono. Sin embargo, los investigadores advierten que el GNL es, en su mayoría, metano, un potente gas que con el tiempo atrapa más calor en la atmósfera que el dióxido de carbono.
La compañía se prepara para presentar el próximo año el Celebrity Xcel, un barco de 3248 pasajeros que estará equipado con un motor diseñado para utilizar tres tipos distintos de combustibles, en este caso el metanol, que varios grupos ambientalistas consideran como uno de los combustibles más prometedores para lograr una navegación neutra en carbono.
Capacidades de energía portuaria
Cuando los cruceros están atracados en los puertos, sus motores y sus generadores de diésel suelen funcionar con combustible, emitiendo dióxido de carbono dentro de áreas pobladas. Icon of the Seas ha sido construido para funcionar con la electricidad de los puertos, una alternativa más limpia al combustible, y espera convertirse en uno de los primeros cruceros en conectarse a la red eléctrica local en el puerto de Miami, cuando las instalaciones de energía portuarias estén disponibles en la primavera.
El problema es que la mayoría de los puertos no suministran energía portuaria. Solo el 2% de las instalaciones portuarias del mundo la ofrecen para los cruceros actualmente. Royal Caribbean dice que está trabajando con los puertos y otras líneas de cruceros para promover su uso.
Convertir los residuos en energía a bordo
Expandiendo su programa de 30 años “Save the Waves”, que tiene como objetivo ayudar a mantener los residuos afuera de los vertederos y del océano, Royal Caribbean ha construido a bordo del Icon of the Seas lo que dice que es el primer sistema de gestión de residuos de este tipo, que puede convertir los desechos en energía.
La tecnología de pirólisis asistida por microondas, conocida como MAP por su sigla en inglés, toma los desechos alimenticios, biológicos y de cartón y los convierte en pélets pequeños. Después, los pélets se calientan para producir un gas que se convierte en energía de vapor que Royal Caribbean dijo que sería utilizada para abastecer el parque acuático del barco. El sistema también produce biocarbón, que tiene el potencial de ser utilizado como fertilizante.
El Icon of the Seas está equipado con un avanzado sistema de purificación que está diseñado para tratar todas las aguas residuales a bordo, desde inodoros y duchas hasta las de las cocinas. Más del 93% del agua dulce del barco será producida a bordo a través de un sistema de ósmosis inversa, que elimina los contaminantes del agua, dijo la línea de cruceros.