Futuro incierto sobre la tecnología más avanzada del momento
La Inteligencia Artificial Generativa (IAG) es el desarrollo tecnológico más prometedor del último lustro. Aunque se percibe como un nuevo amanecer para la investigación científica, también plantea sombras amenazadoras para el futuro de la humanidad, publicó el diario argentino Clarín.
En el lado provechoso, afirmó el rotativo, se refleja la capacidad de esos sistemas para extender la edad cronológica mediante fármacos personalizados, diagnósticos más puntuales, nuevas vacunas, detección de enfermedades tempranas y el análisis de imágenes médicas, pruebas genéticas o historiales de salud.
En el lado pernicioso, destaca la pérdida de trabajo y la desconfianza que inspira. Y en un terreno casi distópico, pone de relieve el terror a que forje su propia conciencia y se convierta en un recurso que en lugar de asistir a las personas se dedique a exterminarlas.
Tiago Sada, de Worldcoin, el proyecto de criptomonedas liderado por el empresario estadounidense Sam Altam, opinó que no hay que tenerle miedo, pero sí respeto. Destaca que lo que le asusta es que se den usos indebidos, por lo que se hace necesario que se regule.
Por ejemplo, la Unión Europea acaba de aprobar la primera ley para regular los usos de la IAG.
Sin embargo, para la UNESCO, la IA no debería ser una zona sin ley, ya que se considera que su influencia puede impactar directamente en las vidas de las personas.
Más allá de sus bondades y contraindicaciones, la IAG está atravesando su “etapa de lactancia”, añadió Clarín, lo que implica que investigadores, desarrolladores, la industria, el comercio, las finanzas, la legislación y la sociedad en su conjunto, tendrán que calibrar su brújula hacia este norte magnético.
En torno a su papel en las aplicaciones actuales, la IAG ya está influyendo en diversos sectores. La aplicación ChatGPT es citada como ejemplo, generando contenidos coherentes y originales, aunque su rendimiento depende de las instrucciones ingresadas.
En el campo de las finanzas, experimenta avances notables con la implementación de la IAG. Los Robo-Advisors, sistemas automatizados de gestión de inversiones, están transformando la manera en que se toman decisiones financieras.
Eso contribuye a mejorar la inclusión financiera y abordar desafíos persistentes en mercados, referentes a los desafíos éticos y regulación global, se pone de manifiesto la necesidad de establecer regulaciones éticas y transparentes para la IAG.
La Unión Europea ha dado un paso adelante al aprobar la primera ley integral para regular sus usos. Ese enfoque busca garantizar que se utilice de manera responsable y sostenible
En tanto, sobre los próximos pasos y tendencias se exploran tres direcciones posibles para la evolución de la IAG. La híbrida, que distribuye tareas entre la nube y dispositivos, la evolutiva, inspirada en la teoría de la evolución y la consciente, que plantea la posibilidad de que desarrolle conciencia de sí misma y de su entorno.
En resumen, la IAG presenta un panorama de posibilidades fascinantes, pero también plantea desafíos significativos que deben abordarse mediante regulaciones éticas, transparencia y un enfoque cuidadoso en su implementación.
La colaboración entre gobiernos, empresas y la sociedad civil se presenta como clave para guiar esa evolución tecnológica de manera responsable.