El “gabinete oculto” de asesores venezolanos que gobierna con Bukele

El “gabinete oculto” de asesores venezolanos que gobierna con Bukele
Fotografía de archivo del presidente de El Salvador, Nayib Bukele. EFE/Rodrigo Sura.

Anuncia su triunfo cuando el conteo oficial se paralizó en un 31% de las actas procesadas y sorpresivamente en la mañana del lunes llegaba al 70%


El escrutinio de las elecciones presidenciales del domingo en El Salvador estuvo congelado durante toda la noche en un 31% del conteo de las actas procesadas. Se actualizó en la mañana de este lunes cuando el Tribunal Supremo Electoral (TSE) anunció sorpresivamente que había procesado el 70% de las actas. No fue público el conteo de ese 40% de actas electorales.

Durante la madrugada de este lunes, el TSE publicó un memorándum en el cual reconocía la existencia de “múltiples acciones que han dificultado el desarrollo de las actividades de transmisión de resultados preliminares y por falta de papel de seguridad y otros factores ajenos a la voluntad del TSE que han sido reportados por fiscales electorales”.

 

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El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, en una fotografía de archivo. Foto, EFE/Miguel Lemus

Según los medios locales, uno de los problemas para el recuento es que no funcionó la conexión a internet que tenían algunas de las Juntas Receptoras de Votos, mientras que, en otros casos, cuando se logró transmitir los datos digitalmente, no llegaban a la base o llegaban duplicados.

Eso no fue inconveniente para que Bukele se adjudicara tempranamente el triunfo en las elecciones. El domingo por la noche el mandatario declaró su victoria a través de la red social X.

 

De acuerdo a nuestros números, hemos ganado la elección presidencial con más del 85% de los votos y un mínimo de 58 de 60 diputados de la Asamblea. El récord en toda la historia democrática del mundo”, decía su posteo.

 

Casi dos horas después, el TSE publicó sus primeros resultados, con menos del 1% de los votos escrutados.

La actual Constitución salvadoreña prohíbe la reelección, pero no dudó en desconocerla mientras avanzaba en su cuestionada estrategia de seguridad y de control ciudadano que acumula críticas por el autoritarismo y los abusos a los derechos humanos y en donde un grupo de asesores extranjeros juega un rol poco conocido, pero clave para Bukele.

 

Imagen de archivo del presidente de El Salvador, Nayib Bukele. EFE/Rodrigo Sura/Archivo

El gabinete oculto de Bukele

Se trata de un “gabinete oculto” de venezolanos que gobierna con Bukele y su familia, como denunció hace tres años el diario digital salvadoreño El Faro. Un grupo que aún resulta fundamental para el mandatario salvadoreño.

La Tercera citó al diario español El País, que el domingo apuntó que “una docena de asesores venezolanos que trabajaron con Juan Guaidó, el presidente interino de Venezuela nombrado por Estados Unidos, se ocupan de moldear su imagen”.

Ya en agosto del 2020, el sitio de la Asociación de Radiodifusión Participativa de El Salvador daba cuenta de que el activista venezolano de oposición Lester Toledo –vinculado al líder opositor Leopoldo López- era asesor de la presidencia salvadoreña, que su sueldo era pagado por el partido oficialista Nuevas Ideas y que su contrato había sido renovado por cinco años más. El medio venezolano El Pitazo aseguró que Toledo fue jefe de la campaña presidencial del 2019 que ganó Bukele.

La Tercera dijo que el El Faro ha detallado que hay dos grupos de asesores venezolanos. Un grupo político y otro técnico. El primero sería liderado por Toledo y Sarah Hanna, también vinculada a López, y trabajan de la mano con el partido Nuevas Ideas y que asesoran a los hermanos Bukele. El segundo es un grupo de técnicos que ejerce labores de consultoría al gabinete salvadoreño, todos recomendados por Hanna.

En junio del 2021, El Faro informó que el gobierno de Bukele tenía una “estructura oculta”, una especie de supragabinete formado por al menos 10 asesores venezolanos “cuyos contratos, honorarios y responsabilidades no han sido transparentados”.

 

Conforman un círculo de poder en El Salvador que solo está por debajo del presidente, sus hermanos y otros parientes. Están por encima del gabinete de ministros y a cargo de algunos de los planes más determinantes que se ejecutan en esta administración. El grupo es liderado por una mujer: Sarah Hanna”, reveló el diario digital.

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