En los últimos cuatro días murieron dos rehenes israelíes y ocho resultaron gravemente heridos como consecuencia de los bombardeos indiscriminados
El ejército israelí informó que Fernando Simon Marman, de 60 años, y Louis Har, de 70, los dos argentinos liberados en Rafah, al sur de Gaza, este lunes de madrugada, se encuentran en “buenas condiciones médicas”.
Israel confirmó que hubo “cobertura aérea y una ola de ataques” para acompañar la recaptura de cautivos, en un operativo que dejó al menos 67 palestinos muertos, informó el diario argentino Clarín.
Eso se produce tras las advertencias de la comunidad internacional sobre la ofensiva planeada por Israel en la ciudad de Rafah, donde se refugian 1.5 millones de personas.
Según informó la milicia de Hamás, en los últimos cuatro días murieron dos rehenes israelíes y otros ocho resultaron gravemente heridos como consecuencia de los bombardeos indiscriminados contra el sur de Gaza.
La situación de los heridos es “cada vez más crítica debido a la incapacidad de proporcionarles el tratamiento adecuado”. Según los últimos datos ofrecidos por Israel, quedan 132 rehenes en Gaza, de los que se cree que una treintena estarían muertos.
La liberación de los rehenes fue precedida por una dura noche en Gaza de bombardeos israelíes. En todo el enclave habrían muerto 164 personas, llevando el total de fallecidos a 28,340 palestinos desde que comenzó la ofensiva israelí en octubre. A eso se suman unos 8,000 cuerpos atrapados debajo de los escombros y más de 70,000 heridos.
El régimen de Israel ha rechazado una propuesta de tregua negociada por Estados Unidos, Catar y Egipto e insiste en una “victoria total” mientras se ceba contra la población civil indefensa.
Hamás advirtió este domingo que una ofensiva militar terrestre de Israel en Rafah, causaría una “catástrofe y masacre global” y ha subrayado que un ataque contra esa localidad supondría “torpedear las negociaciones de intercambio” de rehenes por prisioneros palestinos.
En este contexto, el presidente de Irán, Ebrahim Raisí, ha pedido expulsar a Israel de la ONU por los “crímenes” cometidos en Gaza.
Mientras tanto, Israel continúa sus represalias contra funcionarios de la ONU, luego que la Corte Internacional de Justicia (CIJ), fallara en su contra y le exigiera tomar todas las medidas a su alcance para evitar actos de genocidio en su invasión a Gaza y mejorar la situación humanitaria de los palestinos en el enclave.
En reacción, Israel y sus aliados, con Estados Unidos a la cabeza, han bloqueado el financiamiento a la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) y destruido gran parte de la infraestructura que brindaba asistencia humanitaria desde hace 75 años en Gaza. Más de 300 funcionarios de la ONU han muerto a causa del bombardeo israelí.
En ese contexto, Israel prohibió la visita este lunes a Gaza de Francesca Albanese, relatora especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en los territorios palestinos. Hace dos días Albanese dijo que el ataque de Hamás de octubre pasado no fue por antisemitismo, sino por la prolongada y sistemática represión de Israel contra los palestinos.
“Las víctimas del 7 de octubre no fueron asesinadas a causa de su judaísmo, sino en respuesta a la represión de Israel” contra los palestinos, aseguró, a la vez que pidió mostrar “respeto a las víctimas”.
“Rechazo todo racismo, incluido el antisemitismo, una amenaza global, pero explicar esos crímenes como antisemitismo oscurece su verdadera causa”, afirmó Albanese.