Lo ocurrido en el país en los últimos 15 años es necesario acabarlo. El desbarajuste de las finanzas públicas, el descalabro de la Caja de Seguro Social, sumado a la falta de creación de empleos de la cual en gran parte es culpable una educación deficiente y anquilosada en el pasado, nos hace obligatorio cambiarle el rumbo al país
No es el momento de seguir lamentándonos sobre las razones para estar cómo estamos. Menos, echándole la culpa a quienes nos han gobernado. Requerimos utilizar las luces largas para enfrentar los retos de una población harta de promesas y cada vez más carente de oportunidades.
Es el momento de devolverle la esperanza al panameño. Corresponderá a un Ministerio Público y una Contraloría independiente y despolitizada investigar todos los desmanes cometidos para que reciban su merecida sanción.
¿Quién puede liderar esa transición hacia un Panamá más justo y solidario, que nos proyecte a la posición de liderazgo que gozábamos antes en la región, capaz de atraer más inversiones al país productores de mayores empleos de calidad?
Debemos ubicarnos como punteros en la región en materia de desarrollo sostenible y tecnológico con una educación que garantice la igualdad de oportunidades para los que menos tienen.
Debemos posicionarnos como el mejor destino turístico del área generando con ello el aumento urgente de los trabajos que requiere nuestra juventud.
Sin menoscabar la capacidad que puedan tener los otros candidatos, porque en este esfuerzo hay que crear nuevas aptitudes y sumar a los mejores y no descalificar a nadie, estoy convencido de que quien puede asumir ese gran desafío es Martín Torrijos Espino, que ya ejerció como presidente del 2004 al 2009. Hace 15 años.
Rompiendo con su viejo partido, Torrijos, apoyado en el espacio brindado por el Partido Popular, antigua Democracia Cristiana, ha aglutinado a su alrededor a muchos panameños que tienen como denominador común el encontrar un camino que nos saque del actual estancamiento y proyecte al país a su reencuentro.
Somos una Nación llena de recursos que no aprovechamos. Con cuatro millones y medio de habitantes somos de los menos poblados del continente y con tanta riqueza que no deberíamos tener pobres, pero estamos entre los más desiguales. De los que poseemos mayores riquezas hídricas, pero carecemos de agua para la población y para el Canal.
Para impulsar nuestro desarrollo requerimos de un liderazgo con experiencia y allí encontramos a Martin Torrijos. Ya lo demostró en sus cinco años de gobierno, dejando un Canal ampliado y las arcas del Estado saludables. Necesitamos de gobernantes que se someten al control ciudadano y no a las cúpulas de ningún partido y menos al chantaje permanente de los diputados.
Su decisión de hacerse su camino sin las ataduras de nadie, le permitirá dirigir el país rodeado de los mejores para lograr esa transición hacia un sistema político democrático más respetuoso de los derechos humanos y que entre sus atributos básicos esté el darle valor a la dignidad humana, tan olvidada por gobernantes que cuando ascienden al poder echan a un lado todas sus promesas, porque solo piensan en cómo enriquecerse a expensa de los recursos públicos.
Por su experiencia y decisión de romper con el pasado y construir un Panamá posible con mejores oportunidades para todos, he decidido apoyar a Martin Torrijos Espino.