El 17% del tráfico global pasa por esa zona y los rebeldes amenazan con sabotear los cables submarinos
Desde que se inició la invasión de Israel contra Gaza, varios son los países que se han convertido en protagonista del conflicto. Tal es el caso de Yemen, quien se ha visto salpicado después de que los rebeldes hutíes entraran en escena, informó el diario británico The Guardian.
Su participación está provocando daños importantes al resto del planeta, debido a sus ataques a barcos en el Mar Rojo que ha creado una crisis en el estrecho de Bab elMandeb, una de las rutas más concurridas del comercio internacional. Pero podría ser peor y afectar a la conexión a Internet, lo que supondría en riesgo al mundo.
El estrecho de Bab elMandeb conecta el mar Rojo con el golfo de Adén. Es un corredor de unos 115 kilómetros de longitud que con el paso de los años ha cobrado especial relevancia a nivel comercial, siendo un paraje imprescindible para completar la ruta marítima más corta entre Europa y Asia.
Por esa zona pasa el 17% del tráfico mundial de Internet, y los rebeldes hutíes, por supuesto, han amenazado con sabotear la red de cables submarinos en esta zona marítima.
Hasta 16 de los cables submarinos internacional atraviesan el Mar Rojo en dirección a Egipto. La mayoría de cables submarinos están a 3,000 metros de profundidades y solo son accesibles con tecnología avanzada.
Los hutíes quieren dejar al mundo sin conexión a Internet: ¿cómo pueden atacar los cables submarinos sin tecnología avanzada?
No obstante, algunos son extremadamente finos y discurren a 100 metros de profundidad, algo que reduce la necesidad de que se utilicen submarinos avanzados y puedan ser saboteados fácilmente. Uno de los más estratégicos es el AE-1 Asia-África-Europa, de 25,000 km, que va del sudeste asiático a Europa a través del Mar Rojo.
En un comunicado, la Corporación General de Telecomunicaciones de Yemen ha condenado las amenazas de la milicia de atentar contra cables submarinos internacionales en el país, un lugar estratégico que conecta a la red a continentes enteros. Y es a través de un canal de Telegram vinculado a los hutíes en el que estos pedían atacar estos “conectores en el Mar Rojo”, tal y como explicó The Guardian.
De hecho, según la agencia de noticias israelí Globe, los cables submarinos EIG, AAE-1, Seacom y TGN-EA han sido dañados por ataques de los hutíes. Al menos una de las empresas a cargo de los cables, Seacom, ha confirmado que hay cables estropeados. Este, en concreto, conecta Kenia con Egipto.
Y hay varios precedentes sobre ataques a los que se sujetan. Por ejemplo, en el 2013, tres buzos fueron detenidos en Egipto por intentar cortar un cable submarino cerca del puerto de Alejandría. Si siguen los ataques que afecten a los cables submarinos, podría producirse un corte total del tráfico de Internet. Su destrucción o rotura podía suponer un verdadero corte de la conexión, o al menos, una enorme ralentización.
Hasta ahora, Estados Unidos y Reino Unido han lanzado varias campañas para evitar que los rebeldes hutíes de Yemen provoquen graves daños como la crisis de desabastecimiento mundial o la ruptura de la conexión a internet global.