El ejército y la policía se desplegaron en el aeropuerto internacional para evitar que sea tomado por bandas criminales
La violencia en Puerto Príncipe, capital de Haití, se intensificó mientras el primer ministro Ariel Henry, sigue en paradero desconocido, informó la agencia EFE.
Debido a esto, la cifra de desplazados que huyen de los enfrentamientos entre bandas y la policía en el centro de la ciudad se ha incrementado, al tiempo que continúan los ataques contra instituciones.
El gobierno de Haití declaró el domingo estado de urgencia y toque de queda por 72 horas renovable, debido a la fuga de casi 3,700 delincuentes peligrosos de la cárcel de la capital del país.
En las escuelas, las universidades y los establecimientos privados e instituciones en Puerto Príncipe, se mantienen cerrados. Mientras que el ejército y la policía se desplegaron en el aeropuerto Toussaint Louverture, para evitar que las bandas criminales se tomen la terminal aérea.
La noche de ayer, un grupo de personas armadas incendió la estación de la policía en un punto estratégico para movilizarse desde el centro de Puerto Príncipe.
La nueva escalada de violencia se incrementó desde el jueves de la semana pasada, luego que el primer ministro de Bahamas, Phillip Davis, diera a conocer que el primer ministro haitiano se habría comprometido a celebrar elecciones antes del 31 de agosto de 2025, provocando a los grupos delincuenciales que reclaman su salida del poder.
En algunos sitios, se han reportado escasez de agua potable, porque los camiones cisternas que la distribuyen no pueden pasar por los continuos disturbios.
El hospital de Saint Francois de Sales fue saqueado por pandillas.
Solo en enero de este año, 1,100 personas fueron asesinadas, heridas o secuestradas, por lo que las Naciones Unidas calificaron ese mes como el más violento en dos años.
La embajada de Estados Unidos y de España en Haití instó a sus ciudadanos abandonar el país. Mientras que la embajada de Francia, suspendió sus servicios administrativos y de visas en medio de la escalada de violencia.