En la práctica la campaña hacia la Casa Blanca ya comenzó y tanto Trump como Biden han sacado a relucir sus planes de ataque
La primera damnificada por el Supermartes, que coronó a Donald Trump como el candidato presidencial republicano, fue su contrincante, la exgobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley.
Después de ganar solo en Vermont, uno de los 15 estados donde se disputaron las primarias republicanas este Supermartes, Haley anunció que se retirará de la contienda.
“Ahora depende de Donald Trump ganarse los votos de aquellos dentro y fuera de nuestro partido que no lo apoyaron”, dijo Haley.
Tras el Supermartes, las proyecciones emitidas por CNN estiman que Trump conseguirá tener un total 936 delegados, de los 1,215 necesarios para cerrar matemáticamente su candidatura. Mientras que Biden logrará asegurar 1,.312 delegados de los 1.968 necesarios para sellar su candidatura.
Haley se había resistido a claudicar frente al magnate en las últimas semanas e incluso llegó a prometer que no se retiraría tras el Supermartes, pero el fracaso en esta jornada clave ha terminado de inclinar la balanza.
Trump y Biden quedan como los candidatos favoritos para las elecciones presidenciales de noviembre, cuando se repetirá el duelo de hace cuatro años que dio al demócrata la Casa Blanca. La votación en 15 estados este martes no ha deparado sorpresas, pero sí apunta tendencias y posibles fisuras por donde cada uno de los candidatos puede perder o ganar votos.
Trump tuvo en esta ocasión un desempeño “mucho mejor” en las áreas rurales que en las ciudades, lo que probablemente generará más preguntas sobre cómo se desenvolverá en este segmento de población en noviembre.
Según The Washington Post, el 46% de los votantes de Trump son mujeres, el 52% se reconocen como “muy conservadores y el 51% son “blancos evangélicos. Una tercera parte de sus simpatizantes son mayores de 65 años.
Además del adiós de los sueños de Haley a la Casa Blanca, el Supermartes demostró el descontento de los votantes demócratas con Biden por la matanza de Israel en Gaza. La semana pasada en las primarias demócratas de Michigan, miles de votantes árabes estadounidenses y jóvenes votaron en contra de Biden en señal de protesta por las políticas proisraelíes.
Este Supermartes, la protesta continuó en Minnesota, otro estado clave del Medio Oeste de Estados Unidos que Biden necesita para ganar en noviembre a Donald Trump. Más de 45,000 votantes demócratas, casi el 19%, se desvincularon de Biden.
Biden perdió Carolina del Norte ante Trump por unos 75,000 votos en las elecciones del 2020, pero las primarias republicanas de este martes dieron a los demócratas la esperanza de que el presidente pueda cambiar de bando en noviembre.
Aunque ganó en todos los estados, con la excepción de Vermont, Trump se ve obligado a ampliar su base electoral y no parece que vaya a ser fácil. Los votos de sus simpatizantes son insuficientes para ganar en un puñado de estados que decidirán el resultado de las elecciones de noviembre.
Son los denominados “estados bisagra”, que puede oscilar de un partido a otro en cada elección. Necesita a los republicanos moderados y a los independientes. Pero el estilo de Trump no propicia precisamente ese tipo de votantes.
Nunca ha habido dudas de que Trump o Biden no fueran los candidatos de sus partidos, pero lo que este Supermartes ha dejado claro es que la campaña electoral ya comenzó.
Los dos candidatos desenvainaron los cuchillos en los mensajes de anoche. Biden dijo esto: “Mi mensaje al país es este: cada generación de estadounidenses enfrentará un momento en el que tendrá que defender la democracia. Defender nuestra libertad personal. Defender el derecho al voto y nuestros derechos civiles. A cada demócrata, republicano e independiente que cree en un Estados Unidos libre y justo: Este es nuestro momento”.
Trump tampoco se quedó corto al hablar de su rival: “Es el peor presidente de la historia” del país. Asimismo, ha defendido su etapa presidencial, en la que Estados Unidos “no tuvo guerras” y en la que “se llevaba bien con muchos países”.