,

Gaza celebra el Ramadán asfixiada por el hambre y las bombas israelíes

Gaza celebra el Ramadán asfixiada por el hambre y las bombas israelíes
Palestinos inspeccionan la mezquita Al Bokhari destruída tras un ataque aéreo israelí en Deir Al Balah, sur de la Franja de Gaza. EFE/EPA/MOHAMMED SABLE

En pleno mes sagrado de ayuno, muchos fieles musulmanes temen ir a las pocas mezquitas que quedan en pie porque Israel las tiene como objetivos

En medio del espacio rodeado de lonas de plástico que les hace de casa, el brillo de las lucecitas recuerda a las familias gazatíes que ya ha empezado el Ramadán.

Con menos faroles que otros años esparcidos por las calles en ruinas, el mes sagrado del islam ha arrancado también en la Franja de Gaza. Pero las pocas muestras de alegría se ven ensombrecidas por el hambre y los ataques israelíes.

Varios niños palestinos se agolpan para recibir una ración de comida. EFE/Alaa Badarneh.

Al menos 27 personas ya han muerto por inanición o deshidratación, aunque se cree que son muchas más. Las bombas no han dejado de caer sobre el castigado enclave, engrosando la cifra de 31,112 víctimas mortales en poco más de cinco meses de guerra. A lo que suman unos 8,000 cuerpos enterrados bajo los escombros.

Muchos fieles temen ir a rezar a las pocas mezquitas que quedan en pie porque Israel las tiene como objetivo. Se estiman que las bombas y la artillería israelí han destruido 1,000 de las 1,200 mezquitas que había en Gaza.

Una madre palestina camina con sus hijos junto a los escombros en el centro de la Franja de Gaza. Foto/EFE.

Para los pueblos del Medio Oriente, este Ramadán será uno de los más tristes que recuerdan. Ser testigos de la acuciante crisis humanitaria de sus hermanos y hermanas en Gaza les ha robado la alegría de este mes sagrado.

El ambiente festivo que suele inundar las calles de los países de esta región del mundo, de abrumadora mayoría musulmana que espera este mes de ayuno como un momento de reflexión, unión familiar y de celebración, se ha visto apagado por la guerra en el enclave palestino bajo asalto de Israel.

Niños desplazados internos hacen cola para recibir alimentos en la ciudad de Deir al Balah, al sur de la Franja de Gaza. Foto/ EFE.

Los 2.2 millones de palestinos de Gaza sufren en los hechos de hambruna debido al bloqueo israelí del enclave, adonde solo entra ayuda humanitaria a cuentagotas, y a que durante su invasión el Ejército israelí ha destruido todo el sistema alimentario del enclave, atacando tierras de cultivo y prohibiendo la pesca artesanal, entre otras cosas, como han denunciado organismos de la ONU.

La dificultad de encontrar alimentos para las tradicionales comidas de ruptura del ayuno al caer el sol se ve agravada por los elevados precios. En el aún más castigado norte, la ayuda humanitaria no alcanza y el hambre es una asfixiante realidad.

Edificio dañado por los ataques aéreos israelíes contra el campo de refugiados de Rafah. Foto /EFE.

Allí, al menos uno de cada seis niños está desnutrido, según la Organización Mundial de la Salud. Naciones Unidas hace semanas que alerta que el 80% de las personas del mundo con riesgo alto de morir de inanición se encuentran en la Franja. Son centenares de miles de hambrientos.

Pese a las promesas del régimen de Benjamin Netanyahu de que no habría restricciones al rezo de los palestinos en la mezquita al Aqsa en Jerusalén, la policía israelí ha impedido su acceso al complejo sagrado en la primera noche del mes sagrado. Una treintena de palestinos de Jerusalén Este fueron detenidos en la víspera del Ramadán, a la vez que los agentes policiales golpeaban a aquellos que intentaban acceder al tercer lugar más sagrado del islam.

Ataques israelíes causan al menos 164 muertos y 200 heridos en Gaza . Foto/ EFE.

El ministro de Asuntos Exteriores jordano, Ayman Safadi, ha dicho que estas restricciones impuestas por Israel al recinto de la ciudad vieja de Jerusalén durante el mes de ayuno musulmán estaban empujando la situación hacia una “explosión” y son un ataque a la libertad de culto.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *