Las sanciones al petróleo ruso, los recortes de la OPEP+ y los ataques a busques en el Mar Rojo influye en la producción de combustible
Las perturbaciones en las principales rutas comerciales del mundo, los cierres de refinerías y el resurgimiento de la demanda están haciendo subir los precios mundiales de los combustibles y dificultando las previsiones en vísperas de unas elecciones presidenciales en Estados Unidos en las que la inflación será un tema clave, informó este miércoles la agencia Bloomberg.
Las subidas de los dos combustibles más consumidos están superando a las del crudo en algunos de los mercados más importantes del mundo.
Los futuros de la gasolina en Estados Unidos se han disparado en las últimas semanas, gracias en parte al cambio de especificaciones en verano, y ya han subido más de una quinta parte en lo que va de año. Mientras que el diésel Europa ha subido un 10%. Los beneficios de las refinerías también están por encima de la media estacional en muchas regiones, un signo de escasez a medida que se acerca el periodo de viajes del verano.
De acuerdo a un informe de Deloitte, es probable que la industria del petróleo y el gas “tenga un comienzo sólido en 2024″, debido, en parte, a su posición financiera y los altos precios del crudo.
Las interrupciones en la producción de combustible -una combinación de trabajos programados, cortes imprevistos y ataques con drones a instalaciones rusas- han elevado los precios. Se han sumado a los mayores costes de transporte causados por los ataques de los Houthi en el Mar Rojo y la sequía en el Canal de Panamá, así como a los problemas en la cadena de suministro provocados por las sanciones occidentales al Kremlin.
Y aunque está previsto que este año entre en funcionamiento más de un millón de barriles diarios de nueva capacidad de refino, estos proyectos son muy propensos a los retrasos. Los diversos elementos en movimiento dificultan la previsión de la cantidad de combustible disponible en un año en el que la demanda mundial de petróleo batirá otro récord y los votantes de la mayor economía del mundo acudirán a las urnas.
Existe el riesgo de que los precios de la gasolina alcancen este año máximos de varios años, según Mukesh Sahdev, responsable de comercio de petróleo e investigación downstream de Rystad Energy AS.
“No hay mucho que el presidente Biden pueda hacer a tiempo para las elecciones, si esto ocurre”, dijo. “Las reservas estratégicas de petróleo son escasas, y el gobierno estadunidense tiene pocas palancas de las que tirar para bajar los precios de la gasolina”.
Las sanciones al petróleo ruso, el aumento de la producción de esquisto en Estados Unidos, los recortes de la OPEP+ y los cambios en los flujos comerciales mundiales provocados por los buques que evitan la ruta del Canal de Suez debido a los ataques de los rebeldes hutíes, todo ello influye en la producción de combustible, opinó Bloomberg.
Según Jorge Molinero, analista de Sparta Commodities, las sanciones impuestas a Rusia tras la invasión de Ucrania han contribuido a aligerar las reservas de crudo en Europa y Estados Unidos, presionando la producción de componentes como el alquilato y el reformato. No se espera que el problema desaparezca este año.
En general, se prevé que la capacidad mundial de refino de crudo aumente en más de 1.5 millones de barriles diarios este año, ligeramente por encima del crecimiento de la demanda de 1.4 millones, aunque las perspectivas difieren en función del combustible, según George Dix, analista de refino de la consultora Energy Aspects Ltd.