La ONU quiere resolver esta crisis “lo más rápido posible” en favor del pueblo de Haití
Las calles de Puerto Príncipe fueron escenario este jueves de enfrentamientos armados después de tres días de cierta calma, rota también por el incendio en la principal cárcel de la capital haitiana.
Medios de prensa internacional informaron que este jueves se produjo un incendio en la Penitenciaría Nacional de Puerto Príncipe, sin poder confirmar si hubo manos criminales en el origen del fuego. La policía evacuo a los pocos reclusos que se encontraban en esa cárcel luego de que su mayoría fueron liberados hace dos semanas por bandas armadas.
En los incidentes recientes las bandas armadas, que controlan un 80% de la capital haitiana, los pandilleros saquearon e incendiaron la residencia del director general de la policía, Frantz Elbé. También hubo tiroteos en el aeropuerto internacional Toussaint Louverture, cerrado desde el inicio de la escalada de violencia a finales de febrero.
En ese ambiente prosiguen las negociaciones políticas para crear un consejo presidencial de transición, después de que una mayoría de partidos y coaliciones haitianas presentaron los nombres de los encargados de encontrar nuevos líderes para el país.
Los nombres fueron proporcionados al CARICOM, organismo regional caribeño, que está ayudando a liderar la transición.
El primer ministro Ariel Henry, actualmente refugiado en Puerto Rico, se comprometió a dimitir una vez creado el consejo, que será responsable de elegir un primer ministro interino y un consejo de ministros. Además organizará las elecciones generales, que no se han celebrado en casi una década.
El portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, dijo el jueves que la enviada especial de la ONU para Haití, María Isabel Salvador, sigue en contacto con muchos representantes políticos y de la sociedad civil claves y los está “alentando a actuar en el mejor interés del pueblo de Haití para resolver esta crisis lo más rápido posible.”
Cuando se propagó la violencia, Henry estaba en Kenia para intentar asegurar un despliegue de una fuerza policial respaldado por la ONU desde el país de África Oriental. Sin embargo, el despliegue ha quedado en suspenso.