Pésima disposición y tratamiento de la basura, ausencia de reciclaje, déficit de personal y retraso tecnológico
En medio de un alerta de 48 horas por la toxicidad de los gases y el humo que dispersa un nuevo incendio en Cerro Patacón, la agencia EFE informó este domingo que el gobierno ha reconocido que ese vertedero de basura es “un desastre ambiental, sanitario y de imagen para el país”.
El Instituto de Meteorología e Hidrología de Panamá emitió un aviso de vigilancia por contaminación y toxicidad de los gases y el humo que emanan del nuevo incendio que se inició el jueves en Cerro Patacón y que aparentemente estaba controlado.
Las áreas que están bajo aviso son ciudad de Panamá, San Miguelito, Golfo de Panamá y parte de Arraiján. Se prolongará hasta la medianoche de este domingo.
El teniente coronel del Cuerpo de Bomberos, Ricardo De León, explicó que los incendios están en los mismos puntos donde ya se había controlado prácticamente en un 95%.
En lo que va de 2024 el relleno a cielo abierto que capta más del 40 % de toda la basura generada en el país, ha sufrido varios incendios, el último de ellos el pasado 11 de marzo y que habría sido intencionalmente provocado y que está en proceso de extinción.
El administrador general de la Autoridad de Aseo Urbano y Domiciliario, Rafael Prado, dijo este sábado que se presentará una denuncia ante el Ministerio Público debido a los siniestros registrados desde enero pasado en el relleno sanitario.
El funcionario también anunció una licitación, a realizarse en una fecha no precisada, para la operación transitoria de Cerro Patacón por tres años a un costo de $46.8 millones.
Cerro Patacón es “un desastre ambiental, sanitario y de imagen para el país”, reconoció el gobierno y está en busca de una nueva empresa que gestione el relleno sanitario en medio de duras críticas por falta de transparencia.
Los ambientalistas acusan la mala gestión de Cerro Patacón dada la pésima disposición y tratamiento de los residuos, la ausencia de clasificación y reciclaje, déficit de personal y retraso tecnológico.
El vertedero abarca más de 130 hectáreas, pero el impacto de su toxicidad alcanza unas 9,000 hectáreas, según estudios ambientales.