Embajadas occidentales en Rusia habían alertado sobre posibles actos terroristas, lo que Putin consideró como un intento de desestabilización social
Al menos 40 personas han muerto y más de un centenar han resultado heridas tras un atentado este viernes en el Crocus City Hall, una frecuentada sala de conciertos en las afueras de Moscú, informó el diario español La Razón.
El rotativo, que cita información vertida por los canales de Telegram 112 y SHOT, señala que unos cinco hombres armados vestidos con uniforme de camuflaje militar dispararon contra personas que se disponían a presenciar el concierto de la banda de rock ruso Piknik.
“El tiroteo comenzó justo antes del concierto, ya todos los invitados estaban en su sitio. Yo estaba en la sala, oí colas de ametralladoras, la multitud corría por la entrada de servicio sin ropa de abrigo, empezó la aglomeración. Ya en la calle oí de nuevo la cola de ametralladora”, dijo una testigo al medio de comunicación ruso RBC.
“Estábamos sentados en el entresuelo, entonces oímos disparos, empezamos a bajar y nos dimos cuenta de que también estaban disparando abajo. Nos tumbamos en el suelo, luego nos dimos cuenta de que toda la gente subía y empezamos a movernos escaleras arriba”.
Tras el ataque, el Ministerio de Exteriores de Rusia instó a la comunidad internacional a condenar el atentado perpetrado por un grupo de hombres armados en un centro comercial en las afueras de Moscú.
Las embajadas occidentales en Rusia habían advertido sobre posibles atentados terroristas en ese país, avisos que el autócrata ruso, Vladimir Putin, consideró “un intento de intimidar y desestabilizar nuestra sociedad”.
En Moscú se suspendió todas las actividades masivas previstas el fin de semana tras el ataque a tiros. “Tomé la decisión de suspender este fin de semana en Moscú todas las actividades masivas deportivas, culturales y otras”, escribió el alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, en Telegram.