Prensa oficial informa sobre detención de cuatro de los supuestos terroristas que perpetraron el ataque
Estados Unidos le había advertido hace dos semanas a Rusia que podía sufrir un atentado terrorista “inminente”, una alerta que Vladimir Putin no escuchó y que finalmente se concretó este viernes con el tiroteo en una sala de conciertos de Moscú, informó el diario argentino Clarín.
La advertencia también había sido replicada por el Reino Unido. Ocurrió el 8 de marzo. Los jefes diplomáticos de Estados Unidos y el Reino Unido les pidieron en esa oportunidad a sus conciudadanos que evitaran conciertos y multitudes.
“La embajada está monitoreando los informes de que extremistas tienen planes inminentes para atacar a multitudes en Moscú, incluidos conciertos, y se aconseja a los ciudadanos estadounidenses que eviten las grandes concentraciones durante las próximas 48 horas”, dice el aviso”, indicaron desde Washington.
Un día antes de esas advertencias, el Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia aseguró que había frustrado un atentado contra una sinagoga en Moscú y atribuyó los planes al Estado Islámico.
Dos semanas después de la alerta, un grupo terrorista ingresó este viernes a las salas de conciertos Crocus City Hall de Moscú, donde comenzó a disparar contra el público y también lanzó bombas incendiarias, dejando 115 muertos y 145 heridos.
Los servicios de rescate, citados por la agencia Interfax, dieron parte de un “grupo de dos a cinco personas no identificadas, con uniformes de combate y armas automáticas”, que “abrieron fuego contra los agentes de seguridad en la entrada de la sala de conciertos” y antes de “empezar a disparar contra el público”.
En imágenes tomadas fuera del complejo, se vio a la policía rusa detener a un sospechoso, al que subieron a un camión para su traslado a una dependencia.
El FSB informó este sábado que ha detenido a 11 personas como sospechosos del atentado en un concierto cerca de Moscú.
Según la prensa oficial rusa, entre los detenidos se encuentran cuatro terroristas que participaron personalmente en el ataque.
Dos personas fueron detenidas en la región rusa de Briansk, había anunciado poco antes el legislador Alexander Khinshtein en Telegram. Según el diputado, el vehículo en el que huían se estrelló y los otros ocupantes escaparon a pie a través de un bosque cercano.
Los rusos mostraron a uno de los supuestos autores del ataque terrorista quien, según la prensa oficial rusa, admitió que le pagaron $5,500 por disparar contra personas en el recinto.
El individuo, que se identificó como Fariduni Shamsiddin, señaló que el 4 de marzo llegó a Rusia procedente de Turquía.
La versión oficial es que el atacante fue contactado por internet y que las armas necesarias para el atentado las subministraron los organizadores. La tarea fijada consistía en matar a la gente, no importaba a quién en particular.