Voladura de material de descarte de Cobre Panamá prioriza la salud humana, la seguridad y el medio ambiente

Voladura de material de descarte de Cobre Panamá prioriza la salud humana, la seguridad y el medio ambiente
*Especialista en Gestión y Planificación Ambiental.

Tener 215 toneladas de explosivo, acumulado en una planta de producción, sea cual sea el proyecto, debe ser de gran importancia y preocupación, si no se toman las medidas correspondientes, con el personal idóneo y en el momento adecuado.

Hace unas días atrás, en el Tajo Botija, que se encuentra dentro del área que era de concesión de la empresa Minera Panamá, se realizó un programa de voladuras controladas que todos pudimos ver en vivo y en directo por las redes sociales.

Siguiendo con la fase de Plan de Preservación y Gestión Segura del Proyecto Cobre Panamá, surge una necesidad crucial: La realización de voladuras de material de descarte, que se mantenía como remanente en la planta de producción. Se tenía que planificar su descarte, y cumplir con todos los protocolos que esta actividad exige, tales como conocer antes de realizarlo y con un conocimiento general de su ubicación, hora de la voladura, información necesaria para planificar la actividad para salvaguardar la seguridad del personal.

A primera vista, esa práctica puede suscitar interrogantes y preocupaciones. Sin embargo, es esencial comprender la importancia detrás de esa acción en aras de preservar la salud humana, garantizar la seguridad de los trabajadores y moradores del área, así como proteger el medio ambiente.

El material explosivo acumulado en bodegas no puede mantenerse por períodos prolongados. Esa premisa básica se fundamenta en razones de seguridad y salud ocupacional. El almacenamiento prolongado de explosivos puede incrementar exponencialmente el riesgo de accidentes catastróficos.

La degradación de los materiales explosivos con el tiempo, puede resultar en una inestabilidad impredecible, lo que aumenta significativamente el potencial de explosiones no deseadas o accidentales.

Esas eventualidades no solo amenazan la vida de los trabajadores y las comunidades circundantes, también pueden tener repercusiones ambientales devastadoras. Desde una perspectiva ambiental, la detonación segura y ordenada del material de descarte es crucial para prevenir la contaminación y minimizar el impacto en los ecosistemas circundantes.

Los residuos mineros, si no se gestionan adecuadamente, pueden filtrarse en los suelos y las fuentes de agua, generando contaminación química y alterando los ciclos naturales. Eso no solo afecta la biodiversidad local, también representa una amenaza para la salud humana, ya que los contaminantes pueden bioacumularse en la cadena alimentaria y exponer a las comunidades a riesgos de salud significativos, como enfermedades crónicas y toxicidad aguda.

Además, la detonación controlada del material de descarte es fundamental para salvaguardar la salud y la seguridad de los trabajadores y los moradores del área. La exposición prolongada a productos químicos y partículas derivadas de la minería puede tener consecuencias devastadoras para la salud humana, incluidas enfermedades respiratorias, dermatitis, problemas neurológicos y cáncer.

La realización de voladuras de manera segura y ordenada reduce la exposición directa a esos riesgos y garantiza un entorno laboral más seguro y saludable para todos los involucrados.

Es imperativo destacar que la implementación de prácticas responsables en el manejo de explosivos y residuos mineros no solo es una obligación ética, sino también una exigencia legal. Las regulaciones ambientales y de seguridad laboral, nacionales y extranjeras, establecen estándares estrictos que deben cumplirse para mitigar los impactos negativos asociados con la actividad minera.

La negligencia en ese sentido no solo podría resultar en sanciones legales y multas financieras significativas, también podría socavar la reputación y la credibilidad de la empresa responsable del proyecto.

En conclusión, las voladuras de material de descarte en el proyecto Cobre Panamá durante la fase de Plan de Preservación y Gestión Segura, son fundamentales por diversas razones. Desde la perspectiva de la salud humana, la seguridad de los trabajadores y los moradores del área, así como la protección del medio ambiente, esas acciones son imprescindibles para minimizar los riesgos asociados con la actividad minera y garantizar un desarrollo sostenible y responsable.

Es responsabilidad de todas las partes involucradas priorizar esos aspectos y asegurar que las operaciones se lleven a cabo de manera segura, ordenada y respetuosa con el entorno. Y no está demás decir que, gracias a que fue trasmitido en vivo y en directo, todos pudimos y podemos seguir viendo en las redes sociales, cómo se realiza un plan de voladura segura. Eso nos permite conocer, actualmente, un poco más de cómo la seguridad, la planificación y el seguimiento ambiental adecuado, pueden garantizar una minería responsable.

 

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