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Colapso en Baltimore se suma al limitado paso por el Canal de Panamá y más demoras en comercio mundial

Colapso en Baltimore se suma al limitado paso por el Canal de Panamá y más demoras en comercio mundial
EFE/EPA/JIM LO SCALZO

Ahora habrá más demoras en los embarques provenientes de Asia con destino a la costa este de Estados Unidos

La escasez de lluvia asociada con el cambio climático ha limitado el paso a través del Canal de Panamá, lo que se suma al colapso del puente de Baltimore, en Maryland, derribado por el choque de un buque portacontenedores.  “La imposibilidad de utilizar este vínculo crucial entre el océano Atlántico y el Pacífico ha ocasionado demoras en los embarques provenientes de Asia con destino a la costa este de Estados Unidos”, informó este viernes The New York Times.

Antes de que el Dalí embistiera un puente de Baltimore en la madrugada del martes, ya había suficientes razones para preocuparnos por las dificultades que afectan la cadena de suministros global.

El carguero con bandera de Singapur Dali tras estrellarse contra el puente Francis Scott Key. EFE/EPA/Shawn Thew

Entre los vientos geopolíticos turbulentos, las variables del cambio climático y las interrupciones prolongadas debido a la pandemia, los riesgos de la dependencia de buques para transportar mercancías por todo el planeta ya eran evidentes. Los inconvenientes de depender de fábricas al otro lado del océano para surtir artículos de uso cotidiano, como ropa, y artículos de primera necesidad, como dispositivos médicos, se volvieron reales e implacables.

Frente a las costas de Yemen, rebeldes hutíes han disparado misiles contra los buques portacontenedores que pasan y dicen que lo han hecho como muestra de solidaridad con los palestinos de la Franja de Gaza.

Foto EFE/Mazen Mahdi

Esa situación ha forzado a las empresas de transporte marítimo a evitar casi por completo el Canal de Suez, la vía navegable vital que vincula Asia con Europa, y optar, en cambio, por circunnavegar África, lo que le suma días o hasta semanas a los recorridos, además de que las embarcaciones deben quemar más combustible.

Ahora el mundo dispone de una nueva imagen para ilustrar la fragilidad de la globalización: La destrucción abrupta e impresionante de un puente de gran importancia en una ciudad industrial conocida por la gran actividad de sus puertos.

Los restos del puente Francis Scott Key encima del carguero Dali en Baltimore. EFE/JIM LO SCALZO

El puerto de Baltimore es más pequeño que las enormes terminales especializadas en contenedores del país, pero es un elemento de gran importancia de la cadena de suministro de vehículos y opera como la zona de llegada de automóviles y camiones enviados de fábricas localizadas en Europa y Asia. Además, es un punto de embarcación valioso para las exportaciones de carbón estadunidense.

 “El trágico derrumbe del puente Francis Scott Key va a generar presión en otros métodos de traslado y alternativas al puerto”, señaló Jason Eversole, ejecutivo de FourKites, consultora especializada en cadenas de suministro. Es probable que algunos cargamentos que debían pasar por Baltimore terminen en Charleston, Carolina del Sur; Norfolk, Virginia, o Savannah.

Contenedores cerca de la Terminal Marítima Seagirt, Puerto de Baltimore, Maryland, EE.UU., imagen de archivo. EFE/EPA/Jim Lo Scalzo

Esta situación causará un alza en la demanda de servicios de transporte en camión y trenes, además de que encarecerá y complicará el traslado de bienes al lugar al que deben ir.

En algún lugar del planeta, quizá cerca o del otro lado del mundo, alguien espera un contenedor que está atascado en un buque confinado al puerto de Baltimore.

Ahora, la espera podría ser un poco más larga.

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