Niños incapaces de jugar o comportarse como niños por el hambre, sumidos en un dolor por la “sensación de vacío” que les azota el cuerpo
Unos cuerpos con un sistema inmunológico debilitado -que sufren diarreas e infecciones respiratorias- o cuyo organismo se está apagando, por ejemplo, “con riñones que no funcionan” a causa de la deshidratación crónica. Para Kahler esa crisis creada por Israel en un lugar como Gaza, no tiene precedentes.
Episodios desgarradores del sufrimiento que viven los palestinos en la Franja de Gaza, constantemente bombardeada por el régimen israelí, describió el pediatra estadunidense, John Kahler, cofundador de MedGlobal y quien regresó a Estados Unidos hace unos días del devastado enclave.
Heridos tratados sin anestesia, niños incapaces de combatir simples infecciones y el dolor, es lo primero que se apodera de quienes sufren hambre, señaló en una entrevista con EFE.
“Hay que pensar en ello como si fuera una pirámide”, dijo Kahler en una videollamada desde Chicago, donde reside. “Los niños que consiguen papilla especial, diseñada para combatir la desnutrición, son los privilegiados arriba del todo en la pirámide. El 100% de la gente está sufriendo. La base de esa pirámide está sufriendo”, aseguró.
Debido al bloqueo que instauró Israel en Gaza, con los cierres de los accesos vía terrestre, hay unos 210,000 que se quedaron en el norte de Gaza y sufren una “hambre catastrófica”, reveló un informe de inseguridad alimentaria respaldado por la Organización de las Naciones Unidas.
Aunque para el pediatra las estimaciones son conservadoras, ya que la mayoría de gazatíes nunca será examinado, ni podrán llegar a un hospital cercano que esté brindando atención. “Hasta las ambulancias han sido bombardeadas”, afirmó.
Los constantes ataques aéreos por parte del régimen de Israel habían dañado, hasta el 4 de marzo, 155 centros de salud, dejando fuera de servicio 32 hospitales y 53 centros médicos.
Kahler describió como tomó dos horas y media en recorrer unos 30 kilómetros desde la base de UNICEF en Jan Yunis, en el sur, hasta el hospital Kamal Adwan, en el norte, debido a los puestos de control militares.
La Organización de las Naciones Unidas detalla que antes de la guerra unos 500 camiones diarios, con ayuda humanitaria, solían entrar a Gaza. Después de la invasión de Israel a Gaza, esa cifra se redujo a 159 en todo el mes de marzo.
Al menos 27 niños han muerto en hospitales por malnutrición aguda y deshidratación pero, según advierte Kahler, son muchos los que ya padecen el dolor físico y sicológico insoportable asociado al hambre.
“El primer síntoma del hambre es el dolor y la primera víctima del hambre es la capacidad de atención”, detalló.
“De modo que cuanto más hambre tengas, más dolor sentirás y más serás capaz de concentrarte en una única cosa: Conseguir comida”.
Kahler dijo que los niños con hambre, son incapaces de jugar o de comportarse como tales, y solo muestran una mirada vacía, apática, sumidos en un dolor y en una “sensación de vacío” que impregna sus cuerpos.
Unos cuerpos con un sistema inmunológico debilitado -que sufren diarreas e infecciones respiratorias- o cuyo organismo se está apagando, por ejemplo, “con riñones que no funcionan” a causa de la deshidratación crónica. Para Kahler esa crisis creada por Israel en un lugar como Gaza, no tiene precedentes.