Días antes un francotirador había disparado contra un coche de WCK, sin que ninguno de los ocupantes resultara herido
Los vehículos todo terreno y camiones con el logotipo distintivo de World Central Kitchen (WCK) se habían vuelto cada vez más comunes en la Franja de Gaza el lunes por la noche, cuando tres de los vehículos de WCK circulaban por la carretera costera utilizada como corredor humanitario, informó The Washington Post.
El dinámico grupo internacional de ayuda alimentaria ha sido una de las pocas organizaciones capaces de llevar suministros al enclave asediado y distribuirlos entre los civiles hambrientos de norte a sur. Dos de los vehículos que viajaban el lunes estaban blindados y llevaban el logo de una sartén en el techo, dijo el grupo. Un tercero era un vehículo de “piel suave” sin modificar.
Ninguno de ellos regresaría a la base
Dentro de los vehículos se encontraban siete empleados y voluntarios del grupo, incluido un palestino, así como trabajadores humanitarios de Estados Unidos, Gran Bretaña, Polonia, Australia y otros países atraídos por la peor crisis humanitaria del mundo. Eran uno de los equipos que formaban parte de la cadena de suministro marítimo emergente que WCK había construido, utilizando barcazas, muelles temporales y convoyes para llevar alimentos desde Europa a los puntos de ayuda alrededor de Gaza.
El grupo acababa de formar parte de un convoy que descargó más de 100 toneladas de ayuda en un almacén en Deir al-Balah, según un comunicado de la WCK. Tres automóviles realizaban el viaje de regreso a las zonas de concentración cercanas a la frontera con Egipto, en dirección a Al-Rasheed Road.
El equipo se había coordinado con oficiales militares israelíes y tenía autorización para recorrer la ruta, dijo WCK.
Los trabajadores de WCK llevaban chalecos antibalas dentro de los vehículos blindados. Según informes, días antes el grupo se había quejado ante el ejército israelí de que un francotirador había disparado contra un coche de WCK, sin que ninguno de los ocupantes resultara herido.
El equipo estaba acostumbrado a situaciones peligrosas. James Henderson, de 33 años, voluntario británico, había sido oficial de las Fuerzas Especiales. El australiano Lalzawmi “Zomi” Frankcom, de 43 años, que figura en los documentos como director nacional de la WCK, había entregado previamente alimentos desde la parte trasera de una motocicleta a lo largo de carreteras destrozadas por el terremoto en Haití, dijo un colega al Washington Post.
Varios de los trabajadores se habían reunido el lunes temprano con Sigrid Kaag, coordinadora especial de la ONU para ayuda humanitaria y de reconstrucción en Gaza, en una visita que buscaba mejorar la entrega de ayuda y hacer que las condiciones fueran más seguras para quienes intentaban entregarla.
Hemos tenido más de 180 trabajadores de ayuda humanitaria asesinados en Gaza”, dijo el martes el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, en una sesión informativa.
En algún momento alrededor de las 21:30 horas. El lunes, un técnico médico voluntario de 29 años de la Media Luna Roja Palestina que estaba de servicio no lejos de Al-Rasheed Road escuchó una explosión. Unos minutos más tarde, su tripulación recibió una llamada sobre ataques aéreos a vehículos.
El hombre, que habló bajo condición de anonimato por motivos de seguridad, proporcionó un vídeo que tomó de la escena poco después, mostrando a los técnicos llegando a un Toyota blanco parado en la carretera.
Son extranjeros”, dice un técnico, mirando el interior ensangrentado.
“¿Por qué fueron golpeados?” otro pregunta.
“No tengo idea de por qué los atacaron. ¿Cómo puedo saber?”
Poco después, la tripulación saca el primer cuerpo muy dañado, un hombre todavía con su chaleco antibalas.
Otros equipos respondieron a otros dos vehículos que habían sido impactados en el mismo tramo de la carretera, dijo el hombre.
Las imágenes de las consecuencias revisadas y geolocalizadas por The Post muestran que todos los vehículos fueron destruidos a una distancia de una milla y media entre sí, lo que sugiere que algunos tuvieron la oportunidad de seguir conduciendo después de que comenzó el ataque.
Un vehículo estaba al costado de la carretera, mirando al norte. El capó del vehículo quedó prácticamente destrozado, las ventanillas rotas y las puertas ennegrecidas.
Un segundo vehículo, el Toyota, estaba en medio de la carretera a media milla al sur, el agujero perforado en su techo junto al logotipo de WCK abarcaba casi la mitad de su ancho.
Un tercer vehículo fue encontrado un kilómetro más adelante. Estaba de lado en la carretera, gran parte del metal de la carrocería del vehículo estaba destruido.
Los vídeos mostraban algunos cuerpos dañados hasta quedar irreconocibles. Otros estaban claramente identificados por las fotografías de pasaporte abiertas en sus chalecos. El conductor palestino Seif Issam Abu Taha todavía llevaba su camiseta de WCK.
Chris Cobb-Smith, consultor de seguridad y ex oficial de artillería del ejército británico, dijo en un mensaje que la “detonación pequeña y confinada” sugería que los vehículos fueron alcanzados con un misil disparado por un dron que es “muy preciso y con un poder de penetración significativo”. ”
Los tres vehículos probablemente fueron alcanzados por el mismo tipo de munición, dijo Cobb-Smith, ya que “no sería razonable, tácticamente, disparar diferentes municiones a diferentes objetivos durante una operación”.
Israel, sin ofrecer detalles de lo ocurrido, pidió disculpas por los ataques.
La directora ejecutiva de WCK, Erin Gore, describió el ataque como un “ataque dirigido” al equipo civil del grupo.