El mandatario argentino quiere alinearse con Occidente, pero depende de la financiación de Pekín
Construida hace más de una década en un terreno alquilado por 50 años, Pekín describe la estación de seguimiento espacial como “estrictamente científica” y desempeña un papel clave en la misión de China de hacer aterrizar un vehículo lunar en la cara oculta de la Luna, informó el diario español La Razón.
Sin embargo, el ultraderechista se ha comprometido a revisar la base de investigación operada por el ejército chino en la Patagonia después de que el embajador estadunidense en Buenos Aires planteara preguntas sobre para qué se está utilizando.
La estación de seguimiento espacial, equipada con una antena de radio de 35 metros de ancho que puede detectar señales a 300,000 kilómetros de la Tierra, está gestionada por una agencia que depende del ejército chino.
Hace dos semanas, Marc Stanley, embajador de Estados Unidos, expresó su sorpresa de que Argentina “permita que las fuerzas armadas chinas operen en Neuquén, en secreto, haciendo quién sabe qué”, refiriéndose a la instalación.
Una fuente de alto nivel dijo a Noticias Argentinas, una agencia de prensa, que había algo “extraño” en los contratos, que databan de principios de la década de 2010, que permitían a China administrar la estación Espacio Lejano si los científicos argentinos podían usar su telescopio para sus propias investigaciones el 10% del tiempo.
Durante su campaña electoral, Milei tildó a los dirigentes chinos como “asesinos” y dijo que no trabajaría con países “comunistas”.
Sin embargo, China sigue siendo crucial para la asediada economía argentina y los planes de Milei para reformarla. China es el segundo mayor comprador de exportaciones argentinas después de Brasil y, a través de un swap de divisas multimillonario, una fuente crucial de dinero extranjero.