INCERTIDUMBRE
La potencial inhabilitación por parte de la Corte Suprema de la candidatura de Mulino mantiene al país sumido en la incertidumbre y en uno de los momentos más tensos de su historia, dice la prensa internacional. Ese ánimo se refleja en la mayoría de los panameños.
MAGISTRADOS
De vacaciones o en viaje de trabajo, el caso es que la mayoría de magistrados de la Corte está fuera de sus puestos en un momento crucial en que se juega el derecho de Mulino a correr en las elecciones. Será que poco les importa el caso o pretenden dar la imagen de que lo que tienen entre manos es un asunto de rutina.
EL LOCO
La Cancillería quiere silenciar al Loco y llamó a consultas a su embajador en Managua, dejando en el nivel más bajo las relaciones diplomáticas, que podrían desembocar en una ruptura. El argumento es que el Loco está violando el asilo otorgado al mantener acciones políticas partidistas desde la embajada nica.
CAMPAÑAS
Mientras la atención está en las campañas presidenciales, se desarrollan en forma paralela las otras campañas que parecen olvidadas, pero que enfrentan en forma descarnada a diputados, representantes y alcaldes. Poco se conoce la guerra sórdida en esos niveles de lucha política.
PORTOBELO
Entre esas campañas está la pugna por la alcaldía de Portobelo. Circula en las redes una denuncia contra uno de los candidatos que parece tener un largo expediente de vínculos con carteles no santos. Dicen que hay preocupación porque esas conexiones pretendan hacer de Portobelo un punto para todo tipo de tráficos. Ojo votantes.
CANDIDATO
Dicen que ese candidato, pese a haberse separado del cargo de vicegobernador de Colón, sigue cobrando el cheque mensual, y se jacta de que es intocable por sus conexiones en el sistema judicial. Con esas ínfulas, no puede anticiparse nada bueno para Portobelo.
TRES AÑOS
El que dio la sorpresa fue Martín al proponer ayer someterse a una revocatoria de mandato al tercer año de gobierno, mediante una consulta popular, para que los panameños valoren si les ha cumplido. Dijo que el suyo es un liderazgo sin autoritarismo, ni prepotencia ni actitudes mesiánicas, sino basado en consensos con miras a la unidad nacional.