La Araucanía y el Biobío son escenario de un largo conflicto que involucra pueblos originarios, el Estado y grandes empresarios latifundistas y forestales
La Justicia chilena condenó este martes a 23 años de cárcel al líder radical mapuche Héctor Llaitul, dirigente de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), como autor de delitos de incitación y apología a la violencia, usurpación violenta, hurto de madera y atentado a la autoridad, informaron medios de prensa internacional.
En la sentencia del Tribunal Oral de Temuco, a más de 700 kilómetros de la capital, se detalla que la pena se divide en 15 años de prisión por los delitos contemplados en la Ley de Seguridad Interior del Estado, cinco por hurto simple y otros tres por atentado a la autoridad.
La Fiscalía y el Ministerio del Interior, como querellante de la causa, pedían 25 años de cárcel para el dirigente mapuche, que hoy tiene 56 años y que permanece en prisión preventiva desde agosto del 2022.
La lectura de la sentencia del exlíder de la CAM, una agrupación indigenista que reivindica periódicamente ataques incendiarios contra latifundistas en el sur del país, provocó un fuerte despliegue de las fuerzas militares en la zona, que fue declarada en “alerta roja” en las horas previas a la audiencia.
Su detención y posterior encarcelamiento se enmarcan en una investigación abierta en el 2020 por el gobierno del fallecido Sebastián Piñera, tras la presentación de una querella por unas polémicas declaraciones de enero de ese año mientras se juzgaba a otro militante de la CAM.
En julio del 2022, pocas semanas antes de ser detenido y ya bajo la administración de Gabriel Boric, el gobierno decidió ampliar la querella.
En el sur de Chile, las regiones de La Araucanía y el Biobío son escenario desde hace décadas de un conflicto que involucra pueblos originarios, el Estado y grandes empresarios latifundistas y forestales que explotan tierras y bosques considerados ancestrales por las comunidades indígenas.