Su ministro de Ambiente designado, Juan Carlos Navarro, considera que el cierre será una tarea “compleja”
Uno de los temas que requerirá intervención inmediata por parte del gobierno de José Raúl Mulino es la situación de la mina de Donoso, la cual plantea serios desafíos tanto para el medio ambiente como para las comunidades locales, informó el diario La Prensa.
Allí, la actividad minera se encuentra paralizada y, cada día que pasa, crece el riesgo de contaminación si no se atiende con diligencia. Al menos de eso dan cuenta informes elaborados por varias entidades del Estado.
Mulino tiene el tema en su agenda, lo mismo que su ministro de Ambiente designado, Juan Carlos Navarro. Cerrar la mina será una tarea “compleja”, reconoció Navarro.
Según lo observado por los técnicos de la Dirección Nacional de Recursos Minerales del MICI, en la concesión hay más de 130,000 toneladas de concentrado que se encuentran en el almacén y que deben trasladarse fuera del sitio, ya que su almacenamiento a largo plazo crea “riesgos ambientales” y de seguridad, así como complicaciones operativas.
También indican que hay una cantidad “significativa” de mineral expuesto en el tajo, en el acopio de material en la mina, y en el acopio de mineral triturado en la planta de procesos.
El MICI considera que el procesamiento del mineral es la solución “más efectiva” para evitar futuros pasivos ambientales, eliminando el riesgo de contaminación ambiental.
Por su parte, funcionarios de la Dirección de Verificación del Desempeño Ambiental del Ministerio de Ambiente también acudieron a la zona minera y emitieron sus comentarios.
Por ejemplo, explicaron que en su visita a la mina no observaron operaciones de molienda, filtración, extracción, ni maquinaria en marcha en la planta de procesos, ni de transporte de productos o maquinaria a lo largo del recorrido hasta la zona de puerto. “Solo movimiento administrativo y ciertos trabajos de mantenimiento”, indicaron.
Otras entidades como Etesa se pronunciaron sobre la planta de carbón. Al respecto, indicaron que se debe brindar el mantenimiento adecuado de la planta, la cual está fuera de servicio, para evitar daños mayores y garantizar la seguridad de los trabajadores.
En ese contexto, señalan que para evitar riesgos en la operación y la inyección de energía al sistema, en caso de que se ponga nuevamente en funcionamiento esta planta central, es “estrictamente necesario” un mantenimiento mayor de toda la planta.