“Ha sido un largo camino. Somos el elenco más antiguo de Panamá. En estos 83 años ha pasado de todo y la orquesta se ha fortalecido”, manifestó a EFE la directora nacional de las artes del Ministerio de Cultura de Panamá, Isabel Burgos.
La Sinfónica Nacional ha sido testigo de la historia contemporánea del país, como destacó Burgos.
Durante esos años, la Orquesta Sinfónica ha continuado formando a grandes músicos como los violinistas Alfredo de Saint-Malo o Carmen Cedeño.
“Han sido 83 años de llevar el beneficio cultural de la música sinfónica a todos los panameños. Es una maravilla la sensación de llevar algo que enriquece y (ver) cómo se deslumbran con el sonido que hace la orquesta y de la calidad de la música”, dijo a EFE su director, Jorge Ledezma Bradley.
La Orquesta Sinfónica Nacional fundó el 27 de mayo de 1941 con el apoyo del gobierno del entonces presidente Arnulfo Arias Madrid, y gracias a la iniciativa del maestro Herbert De Castro, su primer director, según la información oficial.
“Hemos estado en un proceso de crecimiento de la cantidad de músicos, pero sobre todo de la calidad del producto. Estamos mejorando permanentemente, a pesar de las condiciones no tan favorables que gozamos siempre”, alega Ledezma.
En 1988 la orquesta se vio reducida a 28 músicos y su organización quedó a cargo del maestro Ledezma hasta 1992. Sin embargo, en julio de 1994 el maestro es nuevamente nombrado director, cargo que ostenta desde ese año.
Al día de hoy, la Sinfónica Nacional está compuesta por 68 músicos, entre primeros y segundos violines, violas, violoncellos, flautas, oboes, clarinetes, fagotes, trompetas, corno francés, trombones, tuba, percusión y un piano.
Una de esas artistas clásicas es Ariadna Núñez, de 55 años, quien lleva más de cuatro décadas tocando el violín para la Sinfónica Nacional tras incorporarse con tan solo 12 años y debutar en su primer concierto en 1981.
“Es maravilloso pensar que uno puede estar junto a sus maestros y ver cómo uno va desarrollándose”, explicó.
“Al principio tomé el instrumento como una diversión, no fui obligada a estudiar”, dice Núñez, una de las músicas más longevas de la orquesta.
En el otro extremo está el joven oboísta Diego Burgos, de 26 años, que toca para esta histórica Sinfónica Nacional el cornete inglés desde 2019: “Una vez, mi maestro me dijo que iba a ser el mejor oboísta de Panamá. Eso ha sido el impulso para llegar hasta aquí”, relata con su instrumento entre manos.