El régimen israelí advirtió que la tregua sería temporal pero no supondría el fin de la guerra
El último movimiento del presidente estadunidense, Joe Biden, el de presentar un nueva propuesta de tregua pactada con Israel, y en la que, por primera vez, se subraya el fin de la agresión a Gaza ha despertado poco optimismo entre la población gazatí, desanimada, abatida y bajo fuego israelí durante más de 240 días, informó la agencia EFE.
“Biden dice ahora que impondrá una tregua, pero no nos fiamos porque se han sentado y han negociado mucho, pero al final nada sale adelante”, relata con escepticismo a EFE Tahrir Zaquot, un mujer gazatí desplazada en el campamento de Al Mawasi, en el sur de la Franja de Gaza.
En estos casi ocho meses de guerra en el enclave, tan solo un pacto de tregua ha salido adelante entre Hamás e Israel el pasado mes de noviembre prolongado durante una semana y que permitió liberar a 105 rehenes a cambio de 240 prisioneros palestinos.
Desde entonces, especialmente desde el pasado mes de febrero cuando se retomó el diálogo con más fuerza mediado por Egipto, Catar y Estados Unidos, los gazatíes han visto frustradas una y otra vez cualquier posibilidad de ver el fin de las hostilidades en una Franja cada día más arrasada.
Precisamente esa zona, junto a otros puntos de Jan Yunis, ha sido la vía de escape para muchos de los gazatíes que se estaban refugiando en la ciudad fronteriza de Egipto, según detalla para EFE Paulo Milanesio, coordinador de emergencias de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Gaza.
“En Al Mawasi no hay agua potable, no hay electricidad, el acceso a las carreteras es inexistente. Se están propagando muchas enfermedades por consumir agua salada y llega gente a nuestras clínicas con diarrea, gastroenteritis” manifiesta Milanesio que insiste en que este no es un lugar seguro porque también se han producido bombardeos israelíes.
La nueva propuesta anunciada por Biden esta compuesta de dos fases: En la primera habría un alto el fuego completo de seis semanas, se retirarían las tropas israelíes de todas las áreas pobladas de la Franja y serían liberados varios rehenes, entre ellos mujeres, ancianos y heridos, a cambio de la excarcelación de centenares de prisioneros palestinos.
Pero durante esas seis semanas, Israel y Hamás deberán negociar los detalles de la segunda fase que incluiría “el final permanente de las hostilidades”, la liberación del resto de rehenes, incluidos soldados, y la retirada del Ejército israelí de la Franja; lo que según el mandatario estadounidense requerirá de un diálogo intenso.
De momento, la organización palestina ha recibido con satisfacción este borrador presentado por Biden aunque el régimen israelí de Benjamín Netanyahu, advirtió este lunes que existen “lagunas” entre la propuesta israelí y la versión anunciada por Biden el viernes, y reiteró que la tregua sería temporal pero no supondría el fin de la guerra.