Alaba los esfuerzos serios y creíbles de Marruecos por la iniciativa de autonomía para las provincias del sur en el Sahara
La reciente visita del ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Mauro Vieira, a Marruecos marca un hito significativo en las relaciones bilaterales entre ambos países y tiene un impacto notable en la cuestión del plan de autonomía propuesto por Marruecos para el Sahara Occidental, informaron medios de prensa internacional.
Ese desarrollo no solo refuerza la posición de Marruecos en la región, también socava las posiciones tradicionales mantenidas por algunos países sudamericanos influidos por el socialismo chavista del siglo XX y los movimientos de izquierda.
El apoyo explícito de Brasil, una de las economías más grandes y dinámicas del mundo y miembro influyente del bloque BRICS, refleja un cambio hacia una política exterior más pragmática y realista en América Latina.
Históricamente, las posiciones de muchos países sudamericanos sobre la cuestión del Sahara estaban alineadas con ideologías de izquierda que simpatizaban con el separatista Frente Polisario y su soporte principal, la dictadura de Argelia.
Sin embargo, el reciente respaldo brasileño al plan de autonomía marroquí, en ejecución desde el 2007, evidencia un alejamiento de esas posturas ideológicas, favoreciendo en cambio la estabilidad y el desarrollo económico.
El canciller Vieira, finalizó este viernes una visita oficial de dos días a Marruecos, en que se reunió con su homólogo, Nasser Bourita, y celebró las buenas relaciones entre los dos países.
“En esta ocasión, Brasil saludó la dinámica de apertura y modernización que vive Marruecos bajo el liderazgo de su Majestad el rey Mohammed VI, y manifestó aprecio por el papel de vanguardia que ejerce en África, convirtiendo el reino en un socio confiable y escuchado en el escenario internacional”, expresó la cancillería de Brasil en un comunicado conjunto.
Marruecos, por su parte, manifestó aprecio por el liderazgo del presidente Luiz Inácio Lula da Silva en sus esfuerzos por reducir la pobreza y promover el desarrollo, así como la defensa del diálogo sur-sur y las iniciativas que lidera Brasil en la ONU, el G20 y los BRICS en busca de una reforma profunda de las instancias de gobernanza global.
Los dos ministros afirmaron que este nuevo horizonte se basa en el hecho de que Brasil y Marruecos comparten “los mismos valores de apertura, de tolerancia y de democracia”.
El comunicado conjunto emitido tras las conversaciones entre los ministros de exteriores de ambos países destaca el compromiso de Brasil con una solución política basada en la propuesta autonómica marroquí.
Brasil alabó los esfuerzos serios y creíbles de Marruecos para avanzar hacia una solución del diferendo en el marco de la iniciativa de autonomía para las provincias del sur en el Sahara.
Ese apoyo no es incidental, refleja una decisión estratégica cuidadosamente elaborada y alineada con los intereses geopolíticos y económicos de Brasil.
Este cambio de postura en América Latina, encabezado por Brasil, es testimonio del éxito de la diplomacia marroquí. Marruecos ha logrado posicionarse como un socio confiable y atractivo para los países sudamericanos, no solo a través de iniciativas diplomáticas, sino también mediante la creación de lazos económicos y culturales que benefician a ambas partes.