Los enfrentamientos han dejado hasta el momento 130 muertos, en su mayoría estudiantes y civiles, además de 400 heridos
Bangladés vive en aparente calma su cuarto día consecutivo bajo el toque de queda que el Gobierno impuso para hacer frente al caos desatado por las protestas estudiantiles, que provocaron más de cien muertos y centenares de heridos, informó la agencia EFE.
La situación en las calles se mantiene estable este martes, según pudo confirmar EFE, después de que los estudiantes declararan ayer una tregua de 48 horas en sus protestas.
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No obstante, el Ejército sigue desplegado de forma preventiva y el toque de queda está en vigor, aunque el gobierno amplió hoy hasta cuatro horas el tiempo disponible para que la población salga a comprar suministros básicos, cuyo precio se ha disparado.
La primera ministra, Sheikh Hasina, se reunió ayer con varios líderes empresariales del país, que le pidieron reabrir las fábricas y reanudar los servicios de Internet, que se encuentran suspendidos desde el pasado jueves junto a los servicios de comunicación móvil y fija.
Los estudiantes pedían reformar un sistema de cuotas de acceso al empleo público, pero las protestas aumentaron en violencia el lunes de la semana pasada cuando Hasina rechazó sus demandas y la Policía comenzó a reprimirlos con violencia.
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Estos enfrentamientos han dejado hasta el momento 130 muertos, en su mayoría estudiantes y civiles, confirmó EFE, además de más de 400 heridos.
El medio local Protom Al sitúa el balance de fallecidos en 187. Sin embargo, el gobierno no ha ofrecido hasta el momento cifras oficiales al respecto.
Aunque el Tribunal Supremo respaldó las demandas estudiantiles el pasado domingo, reformando el sistema de cuotas, los estudiantes piden ahora una investigación de las muertes y que se identifique a los responsables.
Estas protestas son las mayores movilizaciones que enfrenta Hasina desde que asumió el cargo por cuarta vez consecutiva en enero, en unas elecciones boicoteadas por la oposición.