Ven la Luna como una base estratégica para la exploración del sistema solar, pero también para controlar la Tierra
Estados Unidos y China están inmersos en una nueva carrera espacial, centrada en la exploración y explotación de la Luna, informó el diario digital El Confidencial.
A través del programa Artemis, Estados Unidos busca establecer una presencia sostenible en la Luna, utilizando la estación Gateway como plataforma para futuras misiones a Marte.

Ese esfuerzo no solo tiene implicaciones científicas y tecnológicas, sino también estratégicas, ya que controlar el espacio cislunar y los recursos lunares puede ofrecer ventajas militares y económicas significativas.
China, por su parte, ha avanzado rápidamente con su programa Change, logrando hitos como el primer aterrizaje en la cara oculta de la Luna y la recolección de muestras lunares, y planea establecer una estación lunar internacional junto con Rusia.
Ambas potencias ven la Luna como un campo de pruebas crucial para la tecnología espacial y una base estratégica para la exploración del sistema solar.

La carrera por dominar este nuevo frente tiene implicaciones, no solo para el equilibrio de poder global, sino también para el desarrollo de nuevas tecnologías y recursos.
Con más de 30 países apoyando los Artemis Accords, Estados Unidos busca fomentar una exploración espacial pacífica y colaborativa, mientras que China refuerza su influencia a través de acuerdos bilaterales y multilaterales en su proyecto lunar.