Son un acontecimiento común en los últimos meses, pero hasta el momento no han logrado disuadir al régimen de Netanyahu de parar la matanza
Miles de personas volvieron a salir a la calle este sábado en diferentes puntos de Israel y especialmente en la ciudad de Tel Aviv, para exigir al gobierno que alcance un acuerdo de tregua con el grupo islamista palestino Hamás que permita liberar al centenar de secuestrados que todavía permanecen en su poder en la Franja de Gaza, informó la agencia EFE.
Como cada sábado por la noche, el Foro de Familiares de Rehenes lideró la manifestación en Tel Aviv, que tuvo como protagonista una grabación de audio de Matan Angrest, uno de los secuestrados.
“Netanyahu, debes lograr este intercambio de prisioneros entre los (palestinos) presos en Israel y los presos aquí”, dice Matan en el vIdeo en el que interpela directamente al jefe del régimen israelí, Benjamín Netanyahu.
El audio fue reproducido por la madre de Matan, Anat, después de pronunciar un discurso en el que exigió a Netanyahu que desoiga a sus ministros más extremistas (Itamar Ben Gvir y Bezalel Smotrich, claves en la coalición de gobierno), que se oponen a cualquier tipo de acuerdo con Hamás.
Al menos una persona fue detenida durante las protestas en Jerusalén, donde se produjeron pequeños enfrentamientos entre los manifestantes y la policía.
Las protestas en Israel para pedir un acuerdo para liberar a los rehenes en Gaza se han convertido en un acontecimiento común en los últimos meses, pero hasta el momento no han logrado disuadir a Netanyahu de parar la matanza.
Las negociaciones para un alto el fuego que permita liberar a los rehenes israelíes que aún permanecen en el enclave se encuentran estancadas, a pesar del esfuerzo de los países mediadores (Estados Unidos, Egipto y Catar) para relanzar las conversaciones.
El principal escollo reside en la insistencia del régimen israelí en mantener una presencia militar en dos puntos clave de la Franja: el corredor Filadelfia, que la separa de Egipto, y el corredor Netzarim, una ruta artificial creada por el ejército agresor que separa por la mitad el territorio.
Hamás ha reiterado en numerosas ocasiones que no firmará un acuerdo que no incluya la retirada total de las fuerzas israelíes del enclave.