Las necesidades básicas ya no son satisfechas para la población
Un informe de la red de organizaciones medioambientales palestinas PENGON, junto con la universidad inglesa de Newcastle, denuncia un “ecocidio en Palestina”.
Este año ha estado marcado por la devastación de Gaza, la demolición de prácticamente todas las infraestructuras, más de 42,000 personas asesinadas, millones de personas desplazadas, falta de alimentos y de agua. La agresión de Israel han afectado los medios de vida de la gente, la salud pública, el saneamiento y la educación.
Las necesidades básicas para la vida en Gaza como alojamiento, agua, alimentos y un medio ambiente sano, ya no son accesibles para toda la población.
Según la investigación difundida esta semana, una de las consecuencias del conflicto es el aumento en al menos dos veces de la salinidad en el agua de riego de las tierras de cultivo, lo que perjudica el crecimiento de los olivos y las verduras.
Desde Amigos de la Tierra se solidarizan con sus compañeras de PENGON y se hacen eco del comunicado. A su vez reclaman al gobierno de España y de la Unión Europea que presionen a Israel para alcanzar un alto el fuego, que pongan fin al comercio de armas y que rompan las relaciones diplomáticas con el régimen de Israel.
Los bombardeos intensivos provocan la quema y deterioro del suelo, acabando a su vez con los organismos beneficiosos de la tierra, matan árboles y deforman sus frutos, la materia orgánica desaparece totalmente con la sucesiva pérdida de fertilidad.
A su vez, en el muestreo se han encontrado metales pesados tóxicos, como cromo, níquel, cobre, cobalto y plomo, debido al bombardeo en tierras agrícolas.
El sector ganadero está completamente destruido por la falta de disponibilidad de alimento para el ganado. Eso afecta a su vez a la disponibilidad de fertilizantes orgánicos, por lo que los agricultores tienden a utilizar fertilizantes, pesticidas y herbicidas sin etiquetar, que provienen del mercado negro.
La continua acumulación de desechos sólidos en vertederos no regulados al lado de los campamentos representa un inminente desastre para la salud pública, se trata de una fuente de transmisión de enfermedades, ya sea por contacto directo con niños o adultos, o a través de insectos.