Más de un millón de desplazados en Níger, 600,000 hogares destruidos han caracterizado una de las peores épocas de lluvias en África
Ocurren infinidad de catástrofes a diario en África. Asesinatos, violaciones, desastres naturales de diversa índole, guerras, accidentes de carretera, diagnósticos de enfermedades incurables, desengaños amorosos, pérdidas irreemplazables, terrorismo de Estado. Es sólo que unas catástrofes son peores que otras; unas son más catástrofes que otras, informó el diario español El Periódico.
Pero tiene que quedar claro desde un primer momento que el nivel de una catástrofe no se extrae por medio de parámetros objetivos, es decir, que no es más catastrófico aquello donde fallezcan más personas o el desastre natural que más hogares destruya. El mundo no funciona así. La humanidad es selectiva en este punto, como lo es con tantos otros aspectos de nuestro día a día.
Existen pruebas recientes que sustentan la teoría de las catástrofes relativas. Todos habrán oído hablar de ese huracán Milton que amenazaba con quebrar Florida en algún momento de esta semana, siempre que no hayan pasado los últimos días metidos en una cueva.
Los daños del huracán, que se preveían muy duros, fueron finalmente menos graves de lo esperado, y la traumática experiencia concluyó con la triste cifra de 16 fallecidos.
Al otro lado del mundo desde la perspectiva norteamericana, este verano, sólo en África Occidental y Central, las lluvias torrenciales han destruido más de 600,000 hogares.
Mali tuvo que declarar el pasado mes de agosto el estado de desastre nacional. Este martes, en la capital del país, el desbordamiento del río Níger provocó la inundación de varios barrios de la ciudad, causando la destrucción de hogares en números aún por confirmar.
En Níger se han calculado 340 muertes como consecuencia de las inundaciones y ya se acumula más de un millón de desplazados internos. Otras 285 defunciones han sido contabilizadas en Nigeria. En Etiopía, durante julio, en un único día, en una única localidad, un desprendimiento de tierra provocó la muerte de 257 personas.