“Estamos decepcionados y preocupados por la politización de una tradición religiosa”, ha opinado el American Jewish Commitee
Nueva diatriba entre el Papa y el mundo judío. Representantes del la comunidad hebrea han reaccionado con indignación y repudio a la decisión de este año del Vaticano de colocar un nacimiento realizado por artesanos palestinos y donde el niño Jesús descansa sobre una kufiya, el tradicional pañuelo palestino, también universalmente conocido como símbolo de la causa de este pueblo, informó la agencia EFE.
“Desconcertante”. Así lo ha calificado Marco Cassuto Morselli, presidente de la Federación de la Amistad Judeo-Cristiana.
Representar a Jesús con la kufiya “es otro paso para privarlo de su origen” y esto perjudica el diálogo y “no ayuda a frenar el antisemitismo”, ha añadido el rabino jefe de Génova, Giuseppe Momigliano, en declaraciones recogidas por el portal hebreo Moked.
Pero no solo en Italia se ha levantado una polvareda después de que el pasado fin de semana el propio papa Francisco inaugurara en el nacimiento que este año ha decidido colocar en el aula Pablo VI, donde habitualmente se llevan a cabo las audiencias papales de los miércoles y las celebraciones que ocurre durante el invierno.
Tonos similares también han llegado desde la comunidad hebrea estadounidense e israelí.
“Estamos decepcionados y preocupados por la politización de una tradición religiosa”, ha opinado el American Jewish Commitee, una de las principales organizaciones judías de Estados Unidos.
La “provocadora” decisión de colocar este nacimiento en el Vaticano llega después de “una serie de declaraciones del Papa sobre la guerra en curso entre Israel y diversos ‘proxies’ de Irán, lo cual ha enfurecido a algunos judíos e israelíes”, ha escrito el conservador diario The Times of Israel.