Canadá anuncia que el martes impondrá gravámenes del 25% a productos estadounidenses y México anuncia medidas arancelarias y de otro tipo
La guerra comercial en Norteamérica está completamente desatada. Horas después de que el presidente Donald Trump firmara las órdenes ejecutivas para imponer aranceles del 25% a México y Canadá, sus homólogos Claudia Sheinbaum en México y el canadiense Justin Trudeau anunciaron que responderían tasando las exportaciones de Estados Unidos, informó el diario español La Razón.
Un ojo por ojo y diente por diente comercial que Trump reconoció que podría traer “dolor” al bolsillo de los estadunidenses, pero que, sin embargo, era un “precio que valdrá la pena para hacer de América algo grande de nuevo”.
Trump, desde su red social Truth Social, justificó su ataque comercial para defender la economía de Estados Unidos de la “estafa” de los vecinos y otros países.
“Canadá, México, China y tantos otros por nombrar, siguen estafando a América, como llevan haciendo durante décadas, en términos de comercio, crimen y drogas venenosas que llegan aquí con tanta facilidad”, dijo en alusión a la entrada del fentanilo vía la frontera sur, especialmente. Contra Canadá, su mayor reproche es que sea frontera de paso para migrantes indocumentados.
Estados Unidos “ya no va a ser el ‘país de los tontos”, insistió Trump. “Esos días se han terminado”, dijo también para referirse al enorme déficit comercial -la diferencia entre el monto que representan sus importaciones frente a sus exportaciones- con Canadá, México y China.
Trump volvió a aludir a Canadá como el estado número 51 de la Unión. “Es duro pero es cierto. Canadá debería convertirse en nuestro querido estado número 51: Tendrían impuestos mucho más bajos, gozarían de una protección militar mucho mejor, y nada de aranceles”.
Ni México ni Canadá pueden decir que los nuevos aranceles les hayan tomado por sorpresa.
Los aranceles a las importaciones de sus vecinos es algo que Trump anunció desde que ganó las elecciones del pasado mes de noviembre. Nada nuevo. Sin embargo, los equipos de Sheinbaum y Trudeau confiaron hasta el último minuto en que Trump no fuese literal con sus advertencias, sino que hubiese un margen de tiempo y un margen de actuación para que el castigo arancelario fuese, por lo menos, progresivo.
Las reacciones en México y Canadá siguen madurándose. El más explícito fue el presidente Trudeau. «Canadá no tolerará un ataque de un país que se supone que es aliado y amigo», dijo el premier canadiense. Canadá impondrá aranceles del 25% a una lista de productos de Estados Unidos por valor de $30,000 millones que vendrían seguidos de nuevos aranceles en las próximas semanas por valor de $125,000 millones.
Trudeau, que en las próximas semanas dejará el liderazgo de su partido y que atraviesa una crisis de popularidad interna, advirtió que la decisión de Trump “pone en peligro una relación histórica”. Sheinbaum, desde México, no concretó cuáles serían las medidas arancelarias y no arancelarias con las que replicaría a la decisión del gobierno de Trump.