Lo más significativo es que había documentos de la policía, de la policía política, del gobierno de Stroessner vinculado con la Operación Cóndor
La verdad es “la mejor arma” contra quienes niegan los brutales crímenes cometidos por las dictaduras militares latinoamericanas el siglo pasado, asegura a la agencia EFE el juez paraguayo José Agustín Fernández, director de los “Archivos del terror” cuyo hallazgo hace más de tres décadas demostró la existencia de la macabra Operación Cóndor.
“Por eso tuve que venir a Italia, para testimoniar la verdad, que hay que repetir donde sea, donde se necesite”, explica en Roma, donde ha testificado en un nuevo juicio en Italia contra el uruguayo Jorge Néstor Troccoli, ya condenado a cadena perpetua por sus crímenes en el “Mercosur del terror”, como llama Fernández al plan para coordinar la represión de las dictaduras latinoamericanas en los años 70 y 80.
Troccoli, de 76 años y que cumple su pena en la prisión italiana de Carinola (sur) por la desaparición de varios italianos en el plan Cóndor, está siendo juzgado ahora por tres asesinatos, incluidos los del argentino José Agustín Potenza, y su pareja, la italiana Raffaella Filipazzi, cuyos cuerpos fueron localizados en Paraguay casi 40 años después de su desaparición.
Fernández testificó durante más de tres horas en la vista celebrada esta semana en Roma en calidad de director de los “Archivos del terror”, la oficina que custodia las pruebas fehacientes de la represión policial que sufrió el país, en especial de la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989), y su vinculación con el ‘Cóndor’.
Los documentos fueron descubiertos en 1992 en una instalación de la Policía Nacional en la localidad de Lambaré tras un operativo ordenado por Fernández en respuesta al recurso interpuesto por el abogado y activista de derechos humanos Martín Almada.
En ese procedimiento incautamos más de 170,000 folios. Y lo más significativo es que había documentos de la policía, de la policía política, del gobierno de Stroessner y también todo lo vinculado con la Operación Cóndor”.
Ese material “está todo registrado” y “revela palmariamente la existencia del macabro plan”, con el que las diferentes dictaduras militares suramericanas se intercambiaban todo tipo de información represiva, incluso sobre cómo llevar a cabo desapariciones y asesinatos,
“Los ‘Archivos del terror’ son el primer lugar donde se encontraron esas pruebas, que son las que me traen a Roma, pues figuran muchos datos relativos a Potenza y Filipazzi”, explica.
El Mercosur del terror
En los 32 años pasados desde su hallazgo, los Archivos han sido determinantes, porque fueron los primeros instrumentos documentales de la Operación Cóndor, de la que ya se hablaba, pero de forma “etérea”.
Sin embargo, allí se encontraron esos documentos y se empezaron a hacer investigaciones, a atar cabos, a ver hilos y coincidencias. Y fueron determinantes. Hay, casos emblemáticos de la ‘Operación Cóndor, como el de Dora Marta Landi, que llegaron a la Corte Interamericana de Derechos Humanos”.
El juez paraguayo, que ha entregado documentos de los Archivos a diversos países, incluida España, destaca que los Archivos han sido “claves para entender esa especie de Mercosur del terror”, como define Fernández el Plan Cóndor.
En los archivos figura “la invitación hecha a los principales represores por el general chileno Manuel Contreras, que era el ‘Cóndor 1’. Y a partir de allí empiezan las reuniones y se van documentando las diversas reuniones. El Cóndor 2 era Benito Juanes Serrano, un militar represor paraguayo”.
“Actuaban con total impunidad, no había absolutamente ningún control y cuando había un objetivo determinado, se cumplía a rajatabla. No me imagino lo que hubiese sido si hubieran tenido Whatsapp”, se lamenta.