El ganador de los comicios en el país germano expresa su preocupación por la línea de Trump y los planes de Moscú y Washington con Ucrania
Ni el derechista Friedrich Merz, el previsible futuro canciller alemán y un convencido atlantista, parece confiar en una mejora rápida de las relaciones con Washington. “Estamos bastante preocupados por lo que escuchamos”, afirmó este lunes el líder de la CDU en su primera conferencia de prensa tras su victoria electoral del domingo, informó el diario español El Periódico.
.Se refería así a cómo están manejando Rusia y Estados Unidos un posible fin de la guerra de Ucrania sin contar con Kiev ni con Europa.
“Es inaceptable tanto para Ucrania como para Europa”, añadió, respecto a las decisiones que puedan adoptarse entre Moscú y Washington “a espaldas” de los interesados, en lo que se incluye al conjunto de Europa, puesto que en su territorio discurre la guerra de agresión que lanzó hace tres años Vladímir Putin.
Merz expresó ya la misma noche electoral, en la llamada ‘ronda de los elefantes’ o tertulia entre los líderes de los partidos en liza, la necesidad de que Europa se “independice” de Estados Unidos.

Europa precisa una voz propia en defensa, sostiene Merz, para quien la política de seguridad, el freno a la migración irregular y la reactivación económica son las tres prioridades de su futuro gobierno. Puso énfasis en su interés en mantener “unas buenas relaciones transatlánticas”, puntal de la política exterior alemana.
Pero incidió en las “tensiones” existentes con Washington, algo insólito en las relaciones entre Berlín y Washington.
Merz se propone acelerar la formación de la próxima coalición, previsiblemente con los socialdemócratas del derrotado Olaf Scholz. Es la única constelación que le garantizará la mayoría parlamentaria que busca y, a la vez, mantener aislada a la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD).
Su bloque conservador obtuvo un 28,5%, frente al 20,8% de la derecha radical y el 16,4% de los socialdemócratas. Para Merz, los resultados obtenidos implican un mandato claro para liderar la siguiente coalición.
Para los ultras, que doblaron los resulados obtenidos en el 2021, es éxito en las urnas histórico que no les liberará de cordón sanitario y por tanto les mantiene fuera de cualquier alianza. Para los socialdemócratas de Scholz, es un “resultado amargo”, según Scholz, quien seguirá en su puesto hasta la elección de su sucesor y no intervendrá en las negociaciones de coalición.