“No escuchen a los políticos que afirman que hemos debilitado a Rusia. Hemos destruido mucho material, sí, pero su ejército se ha vuelto más astuto”, afirma el ejecutivo
Erik Prince, fundador y ex director ejecutivo de la empresa militar privada Blackwater, cree que el ejército ruso se ha vuelto “infinitamente más inteligente” en la defensa contra el armamento avanzado suministrado por Estados Unidos a Ucrania, informa el diario español La Razón.
Durante una ponencia en el Hillsdale College, Prince expresó su escepticismo sobre la narrativa de que Rusia ha salido debilitada durante los tres años de conflictos con su vecino ucraniano. “En lo que los rusos son muy buenos es en la guerra electrónica”, afirmó, subrayando que los misiles Javelin, los sistemas HIMARS y los proyectiles guiados Copperhead han sido neutralizados por las tropas rusas mediante interferencias en la navegación y los enlaces de mando. Según él, estos sistemas de alta tecnología tienen una vida operativa efectiva de apenas semanas antes de que las fuerzas rusas encuentren formas de inutilizarlos.
Prince rechazó las declaraciones de que el ejército ruso ha perdido fuste por la guerra.
“No escuchen a los políticos que afirman que hemos debilitado a Rusia. Hemos destruido mucho material, sí, pero su ejército se ha vuelto más astuto”, sostuvo.

Comparó la evolución de las capacidades de contra artillería rusas desde el 2022 hasta hoy: Mientras que al inicio de la invasión respondían a un ataque en una hora y media, ahora tardan tan solo dos minutos en devolver el fuego con precisión.
“Si les disparas, más vale que estés en tu vehículo y a toda velocidad, porque si no, te van a atrapar”, advirtió Prince, quien fundó Blackwater en 1997, que tiene en la actualidad contratos con el Departamento de Defensa de EEUU y con otras organizaciones federales, como la CIA.
El experto también señaló que, aunque sistemas como HIMARS y Javelin fueron considerados revolucionarios en el campo de batalla, los rusos han logrado neutralizarlos con armamento de precisión terrestre y aéreo.
En múltiples ocasiones, Moscú ha publicado videos que muestran la destrucción de estos sistemas con misiles guiados.
Según ha publicado la CNN, a finales de enero, Prince, un antiguo aliado de Donald Trump, reunió a varios ejecutivos en Washington para debatir cómo sus empresas de seguridad privada podrían ayudar a la nueva administración a deportar a millones de inmigrantes indocumentados.
Naciones Unidas le investigaron en el pasado por sus negocios en el extranjero, incluidas supuestas violaciones de tráfico de armas como parte de una operación fallida de mercenarios en Libia.

Al final del primer gobierno de Trump, altos funcionarios le prohibieron la entrada al Pentágono y a la CIA debido a que sus ideas de utilizar tropas de mercenarios se consideraban problemáticas y traspasaban los límites de la legalidad en su búsqueda de contratos gubernamentales.
Ahora, en la segunda administración de Trump, Prince parece haber ganado terreno y está buscando influir en las políticas de seguridad, incluyendo la propuesta de utilizar empresas de seguridad privada para deportar inmigrantes indocumentados
Algunos medios han sugerido que Prince manejó un plan de $10,000 millones para formar un ejército privado en Ucrania.
Según un reportaje de la revista Time, Prince intentó reclutar veteranos ucranianos para conformar una compañía militar privada y estaba interesado en el sector de la industria militar ucraniana, incluyendo fábricas que producen motores para aviones de combate y helicópteros.
Su objetivo final era establecer un “consorcio de defensa aérea integrado verticalmente” que podría generar miles de millones en ingresos e inversión.