A su amiga íntima, Diana De la Guardia Alfaro, le confesó que “Credicorp Bank y Global Bank lavaron más de $800 millones en 14 países”
El expresidente Juan Carlos Varela estaba moviendo en noviembre del 2017 todos los hilos para tratar de que el caso de Lasso le hiciera el menor daño político posible. Por esos días, de acuerdo a los Varelaleaks, le adelantó información al entonces ministro de la Presidencia, Álvaro Alemán, sobre los ataques mediáticos contra Jaime Lasso, su primo y financista, involucrado en el caso de las donaciones de $10.7 millones para las campañas del varelismo.
“Mañana vienen contra Lasso, filtraron los expedientes al diario La Estrella”, le informó a Alemán, el 14 de noviembre del 2017. “Coordina con Popi (Varela)”, le pidió el expresidente. “Popi (Varela) ya nos avisó”, respondió el exministro de la Presidencia.
Alemán le informó que tenía contactos con el abogado Dionisio Rodríguez, entonces presidente del Colegio Nacional de Abogados, y que “él se va a portar relativamente bien en la Asamblea de Abogados” ante las acusaciones contra Lasso.

Varela le dijo a Alemán, el 17 de abril del 2018, que la banca local estaba involucrada en el caso Odebrecht. “El dinero de la corrupción pasó por los bancos panameños. Pero sus dueños y gerentes son amigos. Yo los protejo”, le afirmó el expresidente, según los Varelaleaks.
El 14 de julio del 2017, le escribió al exministro de Economía y Finanzas, Dulcidio De la Guardia: “Siento en Odebrecht solo está Credicorp, pero debemos ver Global, Multibank, Capital y Credicorp”.
De la Guardia, le respondió que “las autoridades estadunidenses señalan a Multibank y Banesco”.
A su amiga íntima, Diana De la Guardia Alfaro, Varela le confesó que “Credicorp Bank y Global Bank lavaron más de $800 millones en 14 países”.
Sin embargo, en ese momento, mediados del 2017, Varela más estaba preocupado porque “la CSJ (Corte Suprema de Justicia) y la gente de RM (Ricardo Martinelli)” tenían el foco puesto “en el tema en Lasso”.

Varela esgrimía un supuesto doble juzgamiento, ya que la exprocuradora Ana Belfon había visto el caso de Lasso en el 2014. El 13 de noviembre del 2017, Belfon aseguró que durante su gestión “jamás” investigó a Lasso por sus relaciones con Odebrecht.
“Yo no investigué ningún caso que tuviera que ver con Odebrecht”, afirmó Belfon en declaraciones a medios de comunicación.
Explicó que solo trató cuestiones relacionadas con “transferencias o depósitos irregulares procedentes de apuestas en juegos de azar a varias cuentas”. “Pero nunca de Odebrecht. Durante mi administración no había llegado ninguna investigación del extranjero sobre la constructora”, aseguró.
La Dirección Nacional de Investigación Judicial y la Unidad de Análisis Financiero, recopilaron información sobre apuestas ilegales en juegos de azar que involucraban a Michelle, hija de Jaime Lasso, detenida en Estados Unidos por integrar una supuesta red de lavado de dinero producto de apuestas ilícitas y a quien le fueron congelados $8 millones en cuentas bancarias. “Las pesquisas hacían alusión a la Fundación Don James”, dijo Belfon.

Investigaciones judiciales en Brasil, revelaron que una sociedad de Michelle había recibido $400,000, en abril del 2012, procedente de una cuenta de Odebrecht.
Después de 12 meses de detención, en abril del 2014, Michelle se declaró culpable y colaboró con la justicia estadunidense. Lasso le dijo al expresidente –según los Varelaleaks- que su hija Michelle había enviado, el 1 de mayo del 2018, los saldos de la sociedad VTech al FBI. Las cuentas habían sido cerradas en noviembre del 2011.
Existe constancia de que el 3 de mayo del 2018, Michelle hizo una transferencia de $889,794 del Banco Panamá a la Reserva Federal de Estados Unidos, como parte de los acuerdos con la justicia de ese país.
Varela trazó una estrategia para evitar que Lasso fuera procesado por recibir dinero de Odebrecht.
De acuerdo a los Varelaleaks, el exmandatario le anticipó a Ferry que la fiscal Zuleika Moore, quien llevaba el caso, diría que Lasso fungía como un “lobbista” de la empresa brasileña para establecer conexiones con miembros del Partido Panameñista.
“Debe decir que ejerció como un lobbista de los panameñistas trabajando para Odebrecht”, le planteó Varela.

Por esos días el expresidente le escribió a Lasso: “AR (André Rabello) fue claro que todo fue lobby para tener acceso a Panamá”. En las indagaciones, Lasso no reconoció haber recibido $10 millones de Odebrecht, como aseguraba Rabello. Solo aceptó la entrega de $700,000.
El exgobernante insistió en que durante la campaña presidencial del 2014 no fue receptor de “donaciones directas de la empresa Odebrecht” y que cualquier aporte hecho “por esa u otra empresa, no me creaba ningún compromiso”.
De acuerdo a los Varelaleaks, Ferry observó que el total de $10.7 millones, dado a conocer por Rabello en las indagatorias en Brasil, no coincidía con el reporte que había presentado el Partido Panameñista al Tribunal Electoral.
Varela respondió que Rabello financió otras campañas políticas en Panamá y que todo el “apoyo” al panameñismo se había hecho únicamente bajo el nombre de Lasso. “Necesitamos preparar eso para los medios, no veo una investigación completa en eso”, apuntó el expresidente.
Varela le pidió a Lasso “tener toda la información sobre cómo se usó el dinero”. “Eso no va a cuadrar. Esos detalles yo no los tengo, Mucho se fue en gastos políticos y compras a China y Hong Kong”, le respondió Lasso.
Desde agosto del 2017, Varela y Lasso recopilaban los documentos legales que aparentemente respaldarían el uso del dinero que recibieron de la constructora brasileña. A Lasso le preocupaba cómo manejar el dinero recibido y el enviado a proveedores de China y Hong Kong para pagar juguetes y otros bienes entre los cuales figuraban botellas de Ron Abuelo.

Parte de los negocios con Asia los hizo el Partido Panameñista a través del empresario Ramón Carretero. De la sociedad Poseidon Enterprises, controlada por Lasso, se transfirieron $3.7 millones en 24 partidas de diferentes montos para la cuenta de la empresa Ji Shun International, de Carretero. Los pagos iniciaron en el 2011 y concluyeron en julio del 2014, cuando Varela asumió la presidencia.
En medio de las investigaciones, Carretero llegó a un acuerdo con el Ministerio Público para devolver $400,000. Hubo complicaciones que, según los Varelaleaks, el expresidente le pidió resolver a través de su hermano, el exdiputado Popi Varela, quien servía de enlace con la exprocuradora Porcell.
Carretero veía una actitud hostil de parte de Porcell porque quería involucrar a Lasso en el delito de lavado de dinero. “Me preguntaron por el tema de China y lo que manejé con Jimmy (Jaime Lasso). A nadie jamás le he comentado nada y jamás lo comentaré. Eso lo sabes”, le escribió a Varela.
“La señora (Porcell) interpreta mal las cosas. Ella tiene su manera de pensar y es difícil. La verdad, Juan, ella quiere que yo diga que le lavé plata (a Lasso). Y eso no es así”, añadió.
Carretero y su familia habían sido donantes de las dos campañas electorales de Varela.

De acuerdo al expresidente, entre el 2009 y el 2014, Lasso recibió $7,150,000, incluyendo el costo de 100,000 juguetes cada Navidad. Según los Varelaleaks, regalar juguetes no era considerada “como una actividad política, sino como una obra de caridad”.
Sin embargo, durante las campañas del panameñismo no se registraron fotos ni videos repartiendo juguetes en eventos o actividades de carácter político.
El expresidente quería saber exactamente cuánto dinero había recibido la Fundación Don James y la sociedad Poseidon Enterprises de parte de Odebrecht. Lasso afirmó que $7 millones entre ambas. Otra sociedad, VTech “solo $150,000 y chao”, aseguró.
A mediados del 2018, Varela se encontraba en un atolladero ante las dificultades para explicar los dineros recibidos de la constructora brasileña Odebrecht.
El 1 de agosto de ese año, Porcell le informó que existían registros de una cuenta de la sociedad Caribbean Holding Services, que había sido usada de intermediaria para canalizar fondos de una empresa pantalla controlada por Odebrecht.
De los $900,000 depositados en esa cuenta, fue girado un cheque por $150,000 a nombre de Varela. El expresidente dijo que esa suma fue para apoyar la campaña política realizada nueve años antes. Argumentó que estaban tratando de salpicar “de manera infame” las elecciones del 2014 que le habían costado $30 millones.