El ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, destacó que la medida busca frenar abusos en la comercialización de pasaportes italianos
El gobierno de Italia estableció restricciones para quienes buscan obtener la ciudadanía por derecho de sangre, informaron medios de prensa internacional.
El decreto, aprobado por el Consejo de Ministros, señala que solo podrán acceder a la ciudadanía italiana quienes tengan al menos un padre o abuelo nacido en Italia. De esta manera, se excluye a los descendientes de generaciones más lejanas, como bisabuelos o tatarabuelos.
La reforma “ius sanguinis” impacta directamente a los descendientes de italianos en América Latina, especialmente en Argentina y Brasil, donde hay una gran comunidad con ascendencia italiana.
El ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, explicó que la medida busca frenar “los abusos y la comercialización de pasaportes italianos”, asegurando que la ciudadanía italiana se mantenga como un vínculo genuino y no simplemente un trámite para obtener beneficios migratorios.
Tajani señaló que desde finales del 2014 hasta finales del 2024, el número de ciudadanos italianos residentes en el exterior creció de 4.6 millones a 6.4 millones, aumento significativo de 40% en una década.
Con la regulación, se espera reducir el número de nuevos ciudadanos italianos y limitar el acceso a los beneficios asociados con la ciudadanía europea, además se busca aliviar la carga administrativa en los consulados, que han afrontado aumento constante en las solicitudes en los últimos años.
“El sistema estaba siendo abusado por aspirantes a italianos que saturaban los consulados en el extranjero con solicitudes de pasaportes, permitiendo la entrada sin visa a más países que casi cualquier otra nacionalidad”, comentó Tajani.
El decreto también incluye medidas para fortalecer los vínculos entre los ciudadanos naturalizados e Italia, exigiendo que ejerzan derechos y deberes ciudadanos al menos una vez cada 25 años.